La temporada de lluvias en San Luis Potosí dejó un saldo preocupante, 93 accidentes viales tan solo en junio de 2025, superando los 89 registrados en el mismo mes del año anterior. Aunque el aumento puede parecer leve, detrás de estos números hay una realidad más grave, hospitalizaciones, pérdidas materiales y víctimas mortales.
Las autoridades atribuyen este incremento a las condiciones de pavimento mojado, la velocidad inmoderada y la distracción al volante, principalmente por el uso del celular. De acuerdo con reportes viales, los accidentes aumentan en las noches, cuando las calles están menos congestionadas y los conductores suelen circular a mayor velocidad.
“Manejar en pavimento mojado es un riesgo. Los conductores van a velocidad máxima y con la lluvia, los accidentes que antes se daban uno o dos al día, se llegan a duplicar”, señaló un agente de tránsito.
Entre los accidentes más comunes destacan los choques por alcance, ocasionados principalmente porque los automovilistas van texteando mientras conducen, lo que disminuye su tiempo de reacción y eleva el riesgo de colisión. Aunque se han reforzado las multas —que ahora ascienden a $939.06 pesos por el uso de celular al volante—, la problemática persiste.
Las zonas con mayor incidencia de percances son vías primarias de alto flujo, como la carretera 57, Salvador Nava Martínez y Fray Diego de la Magdalena, donde convergen velocidad, distracción y condiciones peligrosas de manejo.
Detrás de los 93 accidentes de este junio están personas lesionadas, familias afectadas por pérdidas materiales y, en varios casos, vidas que no pudieron salvarse. El aumento, aunque numéricamente modesto, representa una tendencia peligrosa que podría agravarse si no se refuerzan tanto la prevención como la cultura vial.
Conducir bajo la lluvia requiere algo más que destreza, exige conciencia y responsabilidad. El asfalto mojado no perdona distracciones ni excesos, y cada accidente representa mucho más que una estadística. En una ciudad como San Luis Potosí, donde el clima se vuelve cada vez más impredecible, prevenir vale más que lamentar.