locales

Trampas mortales en la 57: transportistas enfrentan rapiña, violencia y abandono

Al menos 3 operadores han perdido la vida en lo que va del año

San Luis Potosí, SLP.- Lo que alguna vez fue una ruta estratégica para el transporte de mercancías en el país, hoy se ha convertido en un corredor de alto riesgo para quienes la transitan al volante de un tráiler. La Carretera 57, especialmente en el tramo que cruza Matehuala y sus alrededores, vive una escalada de violencia y saqueos que ya cobró la vida de al menos tres operadores en lo que va del año.
 
En este punto de la geografía potosina no solo ocurren robos armados a plena luz del día. También se ha vuelto común un fenómeno igual de alarmante, la rapiña. Cada vez que un tractocamión sufre un accidente o una volcadura, en cuestión de minutos aparecen familias enteras con costales y camionetas listas para vaciar el cargamento sin que nadie lo impida. Lo que debería considerarse un delito flagrante ha sido normalizado.
 
“No hay sanciones, no hay vigilancia y mucho menos justicia para quienes perdemos todo en minutos. A veces el chofer está herido y aún así lo empujan, lo golpean, le quitan lo poco que le queda”, lamenta Raúl Torres Mendoza, dirigente de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas en San Luis Potosí.
 
Los puntos más críticos no son aislados. A la lista se suma el entronque de Santa María del Río, la zona de Villa de Reyes y el eje hacia Guanajuato. En todos los casos, la escena se repite: transportistas abandonados, patrullas ausentes y saqueadores impunes.
 
Las aseguradoras, por su parte, han empezado a deslindarse de estos eventos, argumentando que los saqueos masivos son imposibles de prevenir.
 
Para los operadores, eso significa quedar atrapados entre dos fuegos, el crimen organizado que embosca con violencia, y civiles que convierten los accidentes en oportunidades para robar.
 
“Se está perdiendo el respeto por la vida. Ya no solo nos quitan la carga, nos quitan la seguridad, nos quitan la dignidad”, denuncian desde el gremio. La carretera 57 se ha convertido en una trampa mortal donde conducir ya no es solo una labor, es un acto de supervivencia.
 
OTRAS NOTAS