A pesar de las promesas de una "época dorada" económica, una serie de indicadores esta semana revelaron una situación potencialmente preocupante a medida que se hacen visibles algunos impactos de las políticas arancelarias del Presidente estadounidense, Donald Trump.
La creación de empleos disminuye, la inflación sube ligeramente y se ha desacelerado el crecimiento económico en comparación con el año pasado.
Los economistas observan algunos aumentos de precios relacionados con los gravámenes desde que Trump presentó su política comercial en primavera.
Sin embargo, este no es el auge que prometió el Mandatario republicano, y su capacidad de culpar a su predecesor demócrata, Joe Biden, por cualquier desafío económico se desvanece a medida que la economía mundial depende de cada una de sus publicaciones en redes sociales.
Desde principios de marzo, los precios de los bienes importados han aumentado alrededor de 3 por ciento en promedio, con aumentos mayores en los bienes procedentes de China, según Alberto Cavallo, economista de la Universidad de Harvard.
El uso agresivo de aranceles, órdenes ejecutivas, recortes de gastos y cambios en el código tributario por parte de Trump conlleva un riesgo político significativo si no logra generar prosperidad para la clase media.
Los efectos de sus nuevas tarifas aún tardarán varios meses en repercutir en la economía, justo cuando muchos aliados del Presidente en el Congreso estarán en campaña de cara a las elecciones de mitad de mandato.
Trump amplió su guerra comercial contra decenas de países el jueves, cuando anunció una serie de nuevos aranceles que, de entrar en vigor según lo previsto, sin duda aumentarán la presión sobre las empresas para que transfieran parte del costo a los consumidores.
Sarah House, economista de Wells Fargo, afirmó que los próximos tres a seis meses serán cruciales, ya que se consolidarán más gravámenes.
El republicano y sus asesores aseguran que las naciones extranjeras asumirán los costos. Pero, si bien hay indicios de que los exportadores cubren algunos costos adicionales, la mayor parte de ellos impactan claramente a los importadores en Estados Unidos, según datos del Departamento de Trabajo.
Los costos de los impuestos a las importaciones golpearán a muchos estadounidenses en forma de precios más altos, pero aún no se sabe con certeza hasta qué punto.
Sólo 38 por ciento de los votantes aprueba la gestión económica de Trump, según una encuesta publicada por AP. Esta cifra es inferior a la del final de su primer mandato, cuando la mitad de los encuestados respaldaba sus decisiones.