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Salud mental, un lujo que solo pagan 2 de cada 10 mexicanos

En México, las personas que son diagnosticadas con algún tipo de trastorno mental o que tienen un familiar con algún padecimiento como demencia, depresión, ansiedad, autismo, episodios psicóticos, entre otros, tienen que decidir entre endeudarse para conseguir la atención médica correcta o simplemente aprender a sobrevivir sin ella.
 
 
?De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 60 por ciento de los mexicanos que tienen algún problema de este tipo, “decide” aprender a sobrevivir sin atención médica; sin embargo, para la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) este número se agrava pues, de acuerdo con sus datos, sólo 20 por ciento de los mexicanos con algún trastorno recibe atención médica.
 
Exponen que, aunque existen diversos factores para explicar la falta de atención en este tipo de enfermedades, como el estigma social, el desinterés de las familias o del mismo paciente, entre otros, uno de los más presentes es el factor económico, debido al alto costo de los tratamientos, desde la atención médica de inicio o seguimiento.
 
De acuerdo con datos de Samurai, sitio web de terapias psicológicas online, el rango de los precios de una terapia psicológica de una hora es de entre 500 y mil pesos mexicanos, dependiendo de la zona y el currículum del especialista.
 
En el caso de la atención psiquiátrica, la plataforma especializada Doc Planner coloca el precio de una consulta entre mil 500 y 2 mil 500 pesos, más de 5 días de trabajo para una persona promedio que gana el salario mínimo general de 278 pesos diarios.
 
De acuerdo con Jorge Tanaka, director de investigación de la Amiif, la razón de estos precios inaccesibles es la falta de personal especializado en el sector público y privado que reduce la oferta e incrementa los precios.
 
“Psiquiatras en México, nada más hay alrededor de un psiquiatra por 100 mil habitantes, que es totalmente insuficiente para la creciente demanda de trastornos mentales, en el caso de Psicólogos hay alrededor entre 6 o 7 por 100 mil habitantes”, aseguró.
 
La problemática de los altos costos de las consultas médicas especializadas en la salud mental se complica aún más al tratar de conseguir la medicina adecuada, pues llega a ser cara, sobre todo si los medicamentos son de patente; dependiendo del padecimiento, su valor va de 500 a más de 2 mil pesos.
 
 
Si bien hay opciones, en algunos de los casos, de acceder a una fórmula más económica como un genérico, al ser una medicina controlada se necesita receta, por lo que además del costo del fármaco se debe pagar antes una consulta cada vez que se requiera.
 
“Los medicamentos genéricos si ayudan a que los pacientes puedan ser tratados correctamente, pues cuestan 50 por ciento menos que uno de patente, pero el problema recae en que estos son fórmulas controladas, entonces se necesita una receta de un especialista (Psiquiatra), de no atenderse en el sector público, el paciente debe costear una consulta en un consultorio privado”, detalló Enrique Martínez, director general del Instituto Farmacéutico (Inefam).
 
¿El sector público es opción?
 
El sector público tampoco termina siendo la mejor oferta para los pacientes con algún trastorno mental por el desabasto de medicamentos y la falta de personal especializado.
 
“Hay veces que el medicamento no lo tienen, por ejemplo en el hospital del IMSS Troncoso de Ciudad de México donde atendemos a mi papá; muchas veces terminan dando largas pidiendo que hablemos por teléfono para ver si ya lo tienen. Así duramos meses sin conseguir clonazepam e interferón, por lo que tenemos que comprarlo” comentó el familiar de paciente con depresión causado por diagnóstico de esclerosis múltiple.
Esto es en gran parte por la falta de recursos que el gobierno dirige a la salud mental; según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (Cierc) 2025, México destina alrededor de 1.3 por ciento del presupuesto total de salud pública a este segmento, colocándose muy por debajo del recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 5 por ciento.
 
“Otro problema son las consultas psicológicas que ofrece el sector público, únicamente se le dan cuando tiene crisis de comportamiento, pero es muy esporádico; ayudaría una consulta continua porque no es fácil lidiar con una enfermedad así y siendo sinceros siempre está en crisis sólo que medicado”, agregó el familiar del paciente de 57 años.
 
Se disparan precios
 
Pese a los altos costos y las diversas barreras para acceder a la salud mental, el sector farmacéutico registra un aumento en el consumo de medicamentos del grupo psiquiátrico, desde la pandemia.
 
De acuerdo con Inefam, se espera que para el cierre de año se llegue a un total de 48 millones de piezas prescritas de medicamentos psiquiátricos, el doble que en 2021, lo que favorece a los laboratorios.
 
“Durante la pandemia, en 2021, se registró la prescripción de 25 millones de piezas de medicamentos pertenecientes al grupo de psiquiatría, después de pandemia este número creció, el año pasado quedamos en 35 millones y a finales de este año estaremos prácticamente en 48 millones”, aseguró Enrique Martínez.
Esto se suma a los casos desencadenados por algún evento traumático en el paciente.
 
“Recordé que había sido abusada de niña, comencé a tener muchos problemas, no podía dormir, tenía ataques de ansiedad, fue tanto que comencé a deprimirme, ya no me bañaba, ni me cambiaba de ropa, no quería salir de mi casa y fue que mis papás comenzaron a buscar atención”, paciente de 24 años con diagnóstico de depresión.
Este crecimiento en el consumo es por un mayor número de casos de depresión y ansiedad. 
 
“Desde la pandemia, los dos principales trastornos de salud mental que afectan a la población, son la depresión y la ansiedad. Según la OMS, alrededor de 280 millones de personas sufren de depresión alrededor del planeta, y en México, de acuerdo al Inegi, aproximadamente 35 millones experimentaron algún episodio depresivo”, aseguró Jorge Tanaka.
Estas enfermedades representan un grave problema para el gobierno, acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), de enero a septiembre de 2024, casi 80 por ciento padecimientos mentales atendidos, derivaron de la ansiedad y la depresión, con 52.80 y 25.10 por ciento, respectivamente.
 
En total se atendieron 60 mil 144 casos de ansiedad y 76 mil 289 de depresión, en ambos el grupo más afectado fueron hombres y mujeres de 30 a 49 años de edad.
 
De acuerdo al Inefam, los tres medicamentos más prescritos del grupo de salud mental son:
 
Sertralina, pasó de 4.5 millones de piezas prescritas en 2022 a más de 7 millones para este año
Paroxetina, que pasó de 3.8 millones a tener 7.3 millones
Fluoxetina —medicamento utilizado para tratar depresión y ansiedad—, pasó de.3 millones de piezas prescritas en 2022 a 6.2 millones en 2025.
 
 
 
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