San Luis Potosí, SLP.- Ante el repunte de sarampión en México, donde ya se han confirmado 3 mil 730 casos y 12 defunciones, las autoridades sanitarias de San Luis Potosí han activado un plan de acción centrado en la vacunación de grupos vulnerables, personas migrantes y trabajadores del campo.
Aunque en el estado solamente se ha confirmado un caso —en una persona adulta que superó la enfermedad—, los Servicios de Salud han reforzado la estrategia preventiva en comunidades con alta movilidad poblacional. Esto incluye brigadas de vacunación directa en zonas agrícolas y puntos de tránsito migrante, donde se aplica la dosis correspondiente para cortar cualquier posible cadena de contagio.
“Vacunamos a jornaleros, vacunamos a migrantes, para protegerlos y evitar que el padecimiento se propague”, aseguró Elizabeth Dávila Chávez, directora de los Servicios de Salud. Además, enfatizó que la vacunación infantil es clave para prevenir desenlaces graves.
El sarampión no es un simple brote de fiebre y ronchas. Se trata de una enfermedad altamente contagiosa que puede provocar complicaciones graves como neumonía, encefalitis e incluso la muerte, sobre todo en menores no vacunados. En varios países se han registrado rebrotes asociados a bajas coberturas de inmunización, situación que ya se refleja en el país.
Para contener cualquier sospecha, en San Luis Potosí se ha activado el protocolo de “enfermedad febril exantemática”, que permite identificar si las erupciones en la piel corresponden a sarampión u otros padecimientos como la varicela.
Las autoridades han echado mano también de la Red de Municipios por la Salud, lo que ha permitido organizar ferias sanitarias en comunidades apartadas, donde se aplican biológicos a niñas, niños y adultos que no cuenten con el esquema completo.
Aunque en el estado el panorama es contenido, el incremento de casos a nivel nacional pone en alerta a los sistemas estatales. La rapidez de propagación del sarampión —que puede infectar a hasta 9 de cada 10 personas no inmunizadas si tienen contacto con un caso positivo— convierte a la vacunación en la única herramienta verdaderamente efectiva para frenar una posible epidemia local.