San Luis Potosí, SLP.- Villa Magna, una de las colonias de más reciente desarrollo en el poniente de la capital potosina, enfrenta un doble problema de irregularidad, por un lado, decenas de comercios, desde pequeñas tiendas hasta grandes franquicias como Domino’s Pizza y farmacias de renombre, operan sin los permisos necesarios; por el otro, se han detectado más de 2,300 tomas clandestinas de agua, lo que agrava la percepción de descontrol administrativo y legal en la zona.
El director de Comercio Municipal, José Ángel de la Vega Pineda, reconoció que actualmente el 30% de los comercios en San Luis Potosí operan sin regularización, y apuntó específicamente a Villa Magna como una de las zonas con mayor número de irregularidades. La situación ha derivado en clausuras recientes a negocios como una sucursal de Domino’s Pizza y una farmacia, ambos ubicados en dicha colonia.
“La instrucción es clara, seguir con clausuras, actas administrativas y exigencias para que todos los negocios cuenten con su apertura de funcionamiento. Muchos no tienen ni el trámite básico para operar”, señaló de la Vega.
Lo que sorprende, incluso tratándose de franquicias nacionales, es que los representantes de estas cadenas alegan desconocimiento de la obligación de tramitar licencias municipales. Esta justificación, más allá de ser insuficiente, exhibe la falta de supervisión corporativa y la negligencia municipal acumulada, especialmente en zonas de reciente expansión urbana.
Villa Magna, ubicada al poniente de la ciudad, surgió como una de las grandes apuestas de desarrollo inmobiliario. Pero su lejanía del centro y su aún incipiente consolidación como comunidad han provocado que la infraestructura legal, comercial y urbana se rezague.
La situación no se limita al comercio. El organismo operador de agua potable, INTERAPAS, detectó 2,306 tomas irregulares de agua en el fraccionamiento. A pesar de haber ofrecido incentivos para la regularización —como descuentos del 100% en contratos, multas y recargos (excepto para torres departamentales)—, la campaña finalizó en junio con una participación limitada.
Estas irregularidades reflejan un déficit de acompañamiento institucional en el desarrollo de zonas nuevas como Villa Magna, donde la urbanización avanza más rápido que la regulación.
Si bien es importante que las franquicias y pequeños negocios operen con legalidad, urge una visión más integral del orden urbano. Las clausuras visibles como la de Domino’s sirven para mostrar acción por parte del Ayuntamiento, pero ¿Quién supervisa los centros nocturnos que operan en otras zonas? ¿Cuántos están regularizados? ¿Cuántos cumplen con medidas de protección civil?
La falta de controles en ese tipo de establecimientos puede poner en riesgo vidas, donde la corrupción y la negligencia han terminado en tragedias por incendios, riñas o estructuras colapsadas.
Villa Magna no es solo una colonia nueva, es un espejo del modelo de desarrollo que se está replicando en San Luis Potosí, fraccionamientos que crecen a gran velocidad, sin acompañamiento suficiente en servicios, vigilancia ni regulación.
Hoy, los focos rojos se encienden sobre los comercios irregulares y el robo de agua, pero mañana podrían encenderse por temas más graves si no se fortalece la supervisión desde ahora. Urbanizar no puede significar simplemente vender terrenos y dejar que la infraestructura legal llegue “cuando se pueda”.