Bosnia-Herzegovina ha perdido un tercio de su población desde 1991 y se enfrenta a un posible "colapso demográfico", advirtieron este martes expertos en Sarajevo, al destacar la emigración juvenil, el crecimiento natural negativo y el envejecimiento de la población como factores clave de la crisis.
Según datos presentados por demógrafos en la Academia de Ciencias de Bosnia-Herzegovina, se estima que en 2023 el país tenía unos 2,9 millones de habitantes, frente a los 3,5 millones registrados en el censo oficial de 2013 y los 4,4 millones en 1991, antes del estallido de la guerra (1992-1995).
"Hoy en día, más de la mitad de los ciudadanos originarios de Bosnia-Herzegovina vive en el extranjero. La inestabilidad política, la sensación de inseguridad y la incertidumbre económica refuerzan aún más la intención de marcharse", advirtió el profesor Adnan Efendi?, durante la presentación de una colección de estudios titulada 'Cambios demográficos en Bosnia-Herzegovina de 2013 a 2024'.
El país registra un crecimiento natural negativo de forma continua desde 2009. En 2022, esta tendencia alcanzó los -6,7 por cada 1.000 habitantes, según datos citados por el portal de noticias bosnio 'Klix'.
Entre 2010 y 2019, más de 400.000 personas abandonaron Bosnia-Herzegovina, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 29 años. Como consecuencia, la edad media de la población pasó de 39,6 a 42,5 años en ese mismo período.
Expertos advirtieron de que, de no aplicarse con urgencia políticas migratorias estratégicas, el país podría enfrentarse a un "colapso demográfico".
Tres décadas después de la guerra que dejó unos 100.000 muertos y 2,2 millones de desplazados, Bosnia-Herzegovina sigue siendo un país profundamente dividido étnicamente, paralizado por los desacuerdos entre sus élites políticas y por un sistema estatal y administrativo extremadamente complejo.
Debido a esta polarización y fragmentación del poder estatal, el camino de ingreso en la Unión Europea (UE) se muestra muy complicado.