En San Luis Potosí, el sueño de casarse no ha muerto. Cifras del Registro Civil estatal afirman que, se celebran alrededor de diez mil matrimonios cada año, y la tendencia se mantiene estable. “Todavía ganamos los que queremos estar en una unión legal”, afirma Deysi Maribel López Sierra, directora de la institución.
Pero detrás de esos votos de amor eterno, hay una realidad que cada vez pesa más, muchas parejas están diciendo “sí, acepto” con un crédito sobre sus hombros. Lo que comienza como una boda soñada, puede terminar en una pesadilla financiera.
Financieras digitales como kubo.financiero y yotepresto.com, así como bancos y organismos públicos como Fonacot, están ofreciendo préstamos de hasta 400 mil pesos para bodas. A cambio, las parejas deben comprometerse con pagos mensuales durante hasta 36 meses, y enfrentar tasas de interés que pueden llegar al 102.51% anual.
Por ejemplo, si una pareja en San Luis Potosí solicita un crédito de 400 mil pesos a tres años, terminará pagando más de 550 mil pesos por una fiesta que, en promedio, dura entre cinco y ocho horas. Eso equivale a 156 mil pesos extra solo en intereses, comisiones y cargos. Todo por unas fotos, un banquete, flores y el vestido blanco.
“Lo que muchos no ven es que una boda que pagas con crédito te sigue costando incluso después de que te separas”, comenta Martha Aguilar, encargada de una agencia potosina especializada en bodas. “Nos ha tocado ver parejas que ni siquiera han terminado de pagar su fiesta cuando ya están firmando el divorcio”.
Kubo financiero, por ejemplo, ofrece préstamos con plazos flexibles y la posibilidad de elegir pagos semanales, catorcenales o mensuales. Pero en la letra pequeña está el problema, -las tasas de interés oscilan entre el 27.5% y el 102.51% anual, dependiendo del historial crediticio del solicitante.-
“Te dan la ilusión de que puedes pagarlo poco a poco, pero al final terminas pagando casi el doble. Y todo eso por un solo día”, advierte Martha Aguilar. “Muchos terminan hipotecando su futuro económico por un evento social”.
Desde una perspectiva financiera, no es rentable ni sostenible casarse con un crédito de este tipo. Aunque se ofrezca asesoría para que los novios administren mejor su presupuesto (como limitar la recepción y el catering al 60% del gasto total), el impacto de los intereses a largo plazo es desproporcionado.
Incluso si se toma una tasa “promedio” como la de 18.5% anual, los pagos mensuales por un préstamo de 400 mil pesos serían de más de 15 mil pesos. Esto representa un gasto fijo muy elevado para las parejas jóvenes, muchas de las cuales apenas comienzan su vida laboral y familiar.
“A veces les digo a los novios, si no pueden pagar una boda en efectivo, quizás no están listos para casarse. Porque después vienen los hijos, la casa, los imprevistos y la deuda ya está ahí”, reflexiona la organizadora de bodas.
A pesar del alto costo, San Luis Potosí no ha visto una disminución significativa en el número de matrimonios. “La cifra se ha mantenido, vamos bien, pero pudiéramos ir mejor”, señala la directora del Registro Civil. La mayoría de los enlaces son entre parejas jóvenes que buscan formalizar su unión ante la ley, antes que seguir solteros o vivir en unión libre.
La presión social, las expectativas familiares y el deseo de tener una boda “instagrameable” contribuyen a esta tendencia. Pero expertos advierten que el precio del amor no debería medirse en cuotas mensuales ni en intereses triples.
Casarse sigue siendo una decisión importante en la vida de muchas personas en San Luis Potosí, pero hacerlo con un préstamo con intereses tan altos puede comprometer el bienestar financiero de la pareja desde el primer día. Más que nunca, vale la pena cuestionarse, ¿es mejor una boda sencilla y sin deudas o una fiesta fastuosa que se paga a plazos durante años?
Porque una cosa es el amor eterno y otra muy distinta, los pagos interminables.