salud

¿Sufres de ansiedad vacacional?

Una época de alegría para muchos genera estrés y nerviosismo en otros.

Aunque para algunos el período vacacional supone descanso y relajación, para algunos otros estos momentos de receso laboral o académico pueden acarrear estrés, irritabilidad y nerviosismo.
 
Lo anterior es denominado “ansiedad vacacional”, señala el psiquiatra Sergio Armando Covarrubias Castillo. “Para algunas personas las vacaciones no son sinónimo de descanso. Al contrario, pueden generar en ellas preocupación excesiva y dificultad de adaptarse a cambios en la rutina. Un período vacacional conlleva a un proceso de readaptación social, y para alguien con dificultades para asimilarlas puede causar lo que llamamos ‘ansiedad vacacional’”, expuso.
 
Se estima que durante estos periodos, más de 40 por ciento de la población puede llegar a padecerla o ha padecido síntomas relacionados con dicha ansiedad, según estudios internacionales. Por ello, el especialista señaló que es importante identificar los síntomas, mismo que pueden confundirse con sentir miedo o nerviosismo.
 
El experto recordó que la afectación no solo tiene manifestaciones emocionales, sino también físicas. Apunta que las personas pueden llegar a experimentar dolor de cabeza, vértigo, visión doble, boca seca, dificultad para tragar saliva, presión torácica, pulsaciones anormales, taquicardia, náuseas o sensación de vacío en el estómago o somatizaciones en otras zonas.
 
También puede haber temblores, entumecimiento en manos, cara, brazos o la llamada “piel de gallina” constante.
 
Sobre los síntomas emocionales detalló que se pueden presentar mediante la sensación de angustia, preocupación excesiva con la cotidianidad y dificultad para poner la mente en blanco.
 
“Los factores que generan esta condición están totalmente relacionados con la salud y las vivencias de cada individuo: si es un estudiante, si es un adulto, si es un trabajador... todos pueden llegar a generar ansiedad ligada al tiempo libre o inadecuaciones a los horarios familiares”, mencionó.
 
“Mientras que a un joven o a un menor, las expectativas y comparativas generadas por las redes sociales o los medios de comunicación, el uso poco estimulante del tiempo libre o los cambios repentinos en la rutina, pueden ser detonantes de ansiedad”, abundó.
 
El especialista mencionó que, de presentar alguno de estos signos y síntomas, es importante que la persona que los experimente pueda gestionar rutinas que se asemejen a las que ya tenía, parecidas a las que usa en horarios laborales o académicos, así como respetando las horas de dormir o de comer.
 
“Si las vacaciones se tornan en algo no grato y la persona sigue teniendo estos síntomas, por más de tres semanas o incluso cuando ha regresado a su vida laboral o escolar, se recomienda acudir con un especialista”, recomendó. “En casos más severos un psicólogo o psiquiatra puede hacer una evaluación profunda del paciente, llegar al problema de fondo y tratarlo con la debida atención para evitar complicaciones”.
OTRAS NOTAS