El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este viernes en torno a las 20.30 GMT a su complejo de golf en Turnberry, en la costa oeste de Escocia, tras aterrizar en el aeropuerto internacional de Prestwick, a unos 30 kilómetros de distancia.
El líder republicano se desplazó en auto hasta el 'resort' rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad y entró como parte de un convoy de más de veinte vehículos, sin hacer declaraciones.
Se espera que pase allí el fin de semana, en el marco de una visita 'semiprivada' de cuatro días centrada en sus intereses inmobiliarios y campos de golf, pero en la que también se reunirá el domingo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el lunes con el primer ministro británico, Keir Starmer.
Tras la reunión con el líder laborista, se trasladará a su otro complejo en Menie, en el noreste de Escocia, donde el martes su hijo Barron inaugurará un nuevo campo de golf y él se verá con el ministro principal escocés, John Swinney.
La Policía escocesa mantiene un amplio operativo de seguridad en torno a ambos complejos, mientras organizaciones sociales han convocado protestas para el sábado al mediodía en Edimburgo y Aberdeen.