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En aumento el maltrato animal en SLP

Día mundial del perro, un día para reflexionar sobre la relación entre humanos y animales

San Luis Potosí, SLP.- Cada 21 de julio, las redes sociales se inundan de fotos de perros felices, mensajes de “amor perruno” y frases como “el mejor amigo del hombre”. Sin embargo, mientras se celebra el Día Mundial del Perro con corazones virtuales, en las calles de San Luis Potosí y de todo México, miles de canes siguen siendo víctimas del olvido, la violencia y la indiferencia.
 
La fecha, que debería servir para reflexionar sobre la relación entre humanos y animales, se ha convertido en una postal hipócrita,  abrazamos a nuestros perros en casa mientras ignoramos —o incluso participamos— en la agresión sistemática a otros. La realidad es que el maltrato animal no solo persiste, sino que va en aumento.
 
En San Luis Potosí, los casos recientes han sido alarmantes. El envenenamiento masivo de al menos 45 perros en Salinas Hidalgo, el asesinato de "Canelo" en Soledad de Graciano Sánchez, el brutal ataque a "Hope", y la detención de una mujer en la colonia Jacarandas por maltrato animal son solo algunos ejemplos que retratan un entorno cruel. Estos hechos no son aislados ni accidentales; son reflejo de una sociedad que ha perdido sensibilidad, y de un sistema que sigue tolerando la impunidad.
 
Datos del INEGI señalan que en México más del 70% de los hogares con mascotas tienen al menos un perro. Sin embargo, esta aparente cultura del cariño contrasta con los más de 25 millones de perros en situación de calle que deambulan por el país, muchos nacidos del abandono o la falta de esterilización. Además, se estima que cada año mueren cerca de 60,000 animales por maltrato, una cifra que debería escandalizarnos pero que pasa desapercibida.
 
En papel, San Luis Potosí ha avanzado, el artículo 317 del Código Penal del Estado establece penas que van de los 5 meses hasta los 5 años de prisión, con multas que alcanzan los 73 mil pesos, dependiendo de la gravedad del delito. Pero en la práctica, las sanciones rara vez se aplican con rigor. La impunidad, como en tantos otros temas, también protege a los agresores de animales.
 
La fiscal general del estado, María Manuela García Cázares, reconoció recientemente que el maltrato animal va en aumento y que ya se trabajan diversas carpetas de investigación. Pero esto apenas es un respiro frente a la gravedad del problema. El verdadero cambio no vendrá solo desde las instituciones, sino desde una ciudadanía dispuesta a denunciar, visibilizar y actuar.
 
Un perro no es solo una mascota. Es compañía, es lealtad, es refugio emocional en un mundo cada vez más hostil. Un perro es el primer contacto que muchos niños tienen con la empatía. Son guardianes silenciosos de hogares rotos, consuelo para ancianos olvidados, y hasta salvadores en desastres naturales. Maltratar a un perro no es solo dañar a un animal, es romper un pacto de humanidad.
 
Hoy, más que una celebración, el Día Mundial del Perro debe ser una fecha para incomodarnos. Para mirar a los ojos a esa doble moral que protege a unos y condena al resto al sufrimiento. Para exigir a las autoridades que hagan cumplir las leyes. Y para comprometernos, como sociedad, a que ningún perro más muera solo, herido, o asesinado por la mano de quien debería cuidarlo.
 
Porque si el perro es el mejor amigo del hombre, al hombre le ha salido un amigo bastante miserable.
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