Desde botas de bombero hasta sofisticados sistemas de seguridad, las plataformas marítimas de Petróleos Mexicanos (Pemex) han sido blanco de saqueos por parte de “piratas”, identificados por trabajadores como habitantes de comunidades costeras cercanas. Así lo revelan documentos internos de Pemex Logística obtenidos por El Universal, que detallan cómo estos robos se han intensificado entre 2016 y 2024.
Inicialmente cometidos solo de noche, los atracos ahora ocurren también a plena luz del día. Entre los objetos más robados figuran bombas hidráulicas, cables de cobre, equipos de seguridad y luminaria industrial. Incluso se han reportado hurtos de herramientas personales de los empleados, quienes aseguran que sus pertenencias son revisadas estrictamente al ingresar y salir de las plataformas.
Uno de los atracos más costosos ocurrió en 2018, cuando el daño a sistemas críticos de seguridad en la plataforma Akal-N MOD, en Cantarell, generó pérdidas estimadas en 132 millones de pesos. A ello se suman robos como el de cables eléctricos en Balam-TD Satélite, Campeche, en 2024, con un costo de 9.4 millones de pesos.
Otros reportes narran cómo, en 2017, piratas cortaron con segueta un ducto en Puerto Ceiba, mientras que en distintas fechas han sido sustraídos desde cascos de bombero hasta paneles solares, extintores, escaleras, botes salvavidas y equipo de respiración autónoma.
Aunque algunas pérdidas son menores —como una llave Stilson y una perica, valoradas en 900 pesos—, otras afectan infraestructura vital para la operación y seguridad de Pemex. Según los reportes, los objetos robados se venden en fierros viejos o por redes sociales.
La petrolera enfrenta así no solo una amenaza al patrimonio estatal, sino un serio riesgo a la seguridad industrial y ambiental en sus operaciones marítimas.