Star Wars es una de las sagas de ciencia ficción más importantes dentro del cine modero. Su creador, George Lucas, es el principal responsable de hacer realidad la historia, pero no lo hizo solo, dentro del equipo que lo ayudó a dar vida a su visión destaca Roger Christian, quien incluso ganó un premio Oscar por su labor en la Dirección de arte en la película original.
En entrevista con MILENIO, Christian narra cómo fue presenciar y participar en la creación del universo custodiado por Jedis y Siths.
¿Cómo llegó Roger Christian a Star Wars?
En 1976, un año antes de su estreno, George Lucas logró comenzar la producción de su proyecto soñado. Una aventura espacial como la que nunca se había producido en cine, una arriesgada historia de un granjero que con la ayuda de un sabio samurai y un vaquero iría a rescatar a una princesa rebelde del imperio con tintes nazis que además tiene la capacidad de destruir planetas.
Para la construcción del nuevo mundo intergaláctico, uno de los primeros en creer en la visión del visionario director fue Roger Christian, quien participó como decorador de set.
Roger afirmó creer en el proyecto cuando muchos todavía dudaban de él.
“Era un gran amante de la mitología y lo espiritual, todas estas cosas. Me encantaba el trabajo de Akira Kurosawa, mi mentor, y los spaghetti westerns de Sergio Leone. Conocí a George por primera vez en México grabando un documental y conecté inmediatamente con él”, relató.
Compartiendo ídolos como el director de Los siete samuráis (1954) y Yojimbo (1961), George y Roger comenzaron a trabajar en el proyecto de ciencia ficción que, cuenta Roger, no era de interés para su natal Inglaterra.
“No fue fácil hacer para todos nosotros hacer la película. Combinar lásers con ideas budistas fue complicado, pero sabía que el corazón era la historia”, recordó.
El decorador de arte explicó que lo que le disgustaba de las producciones de ciencia ficción era lo falso que se veían las armas y los sets. Es por ello que buscó darles suficiente realismo para ayudar a los actores y que se sientan integrados en el mundo de la ficción, como lo fue el bláster que utiliza Han Solo.
El limitado presupuesto tampoco permitió a la producción comprar los materiales deseados y los forzó a usar su creatividad para completar las naves y estructuras vistas en la película.
“Los escenarios los vestimos de viejos aviones que podíamos adquirir sin dinero, nadie lo quería. Parte de la revolución que hicimos fue adecuarlos a los espacios cerrados y hacerlos funcionales para que pareciera real el lugar”, aseguró.
¿En qué está inspirado el mítico Lightsaber?
La principal aportación de Roger Christian a Star Wars, fueron los diseños de las empuñaduras de los sables de luz, un elemento icónico de la saga de la cultura pop.
Christian tomó las empuñaduras para el flash Graflex de una cámara de los años 40 para hacer el mango, añadió rieles en T, y la hoja luminosa vino de los efectos especiales de John Stears.
“Cuando era niño tenía un palo y jugaba a ser el Rey Arturo luchando contra los dragones, así que sabía que el objeto llegaría lejos si pudiera hacer que funcione. Encontré el palo de Graflex, porque no podía hacerlo, solo los acondicioné para los tres que necesitaba, el de Luke Skywalker, uno con diseño más místico y antiguo para Obi-Wan Kenobi, el de Darth Vader tenía que ser clínico y frío”, explicó.
Compara el símbolo del Lightsaber con la mítica Excalibur: “Un símbolo de luz que representa la idea de Star Wars, donde transcendemos el mal hacia la compasión y el perdón.
Actualmente todos los fans de la saga quieren un sable de luz y, aunque hay en subastas o exhibiciones modelos usados en las películas, Christian desmintió que estos sean los originales pues todo terminó destruido al final de la primera producción.
¿Qué opina de las producciones de Star Wars por Disney?
En El imperio contrataca (1980) y El retorno del Jedi (1983) de la trilogía original, Christian comenzó a trabajar como director de segunda unidad, para lo cual afirmó prepararse viendo la filmografía de sus maestros simbólicos sobre la manera de hacer cine.
Cuando llegó la trilogía de precuelas repitió su labor como director de segunda unidad en La amenaza fantasma (1999), momento para el cual la saga ya estaba consolidada, pero mantenía su espíritu independiente inicial.
“Era la misma atmósfera en el set, George lo hizo de la misma manera, la diferencia era que ahora todos en el set creían en él, no como antes. La amenaza fantasma se grabó en 12 semanas, nos dividimos el equipo en 2, yo grabé las peleas de Darth Maul, fue fantástico”, comparó.
Años después, cuando Disney adquirió Lucasfilm incluyendo la saga espacial, se puso en marcha la producción de las controversiales secuelas, iniciando con El despertar de la fuerza (2015), en la cual Christian fungió únicamente como consultor en detalles del set, como retomar los dados que cuelgan en la cabina del Halcón Milenario.
“Creo que debieron haber seguido la historia que había escrito George, él escribió para las tres secuelas, pero dejaron a los directores hacer lo que querían. Es una lección que los hará tener más cuidado en el futuro, porque la historia va a seguir creciendo”, opinó.
El mayor desacuerdo de Christian con las secuelas fue en Los últimos Jedi (2017), por cómo retrataron a Luke Skywalker cuando debió ser el héroe, por lo que representan los Jedi. No obstante, el también director apoya los proyectos actuales de la franquicia como las series de Andor y El mandaloriano, por retomar el espíritu original de Star Wars.
Su visita en la Jedicon 2025
Christian considera que el mensaje de esperanza es lo que mantiene cautivos a los fans de Star War porque George "dio al mundo algo a creer".
La saga tiene una de las bases de fans más grandes y sólidas dentro del mundo geek; los más grandes que crecieron con la trilogía original comenzaron creando sus propios disfraces y armas usando su creatividad de la misma forma que Christian y su equipo hicieron, algo que él reconoce y aplaude.
En su libro Cinema Alchemist, relata cómo fue trabajar en la construcción de la galaxia que alberga los mudos de Tatooine y Endor. Actualmente el director viaja por el mundo compartiendo sus historias y conociendo a los fans de los proyectos en los que trabajó.
“Contar estas historias es mi legado. Durante los últimos años no he conocido a un fan que no haya dicho que Star Wars le cambió su vida, es muy importante para ellos y lo es para mí”, confesó.
Es por ello que el director visitó Ciudad de México para convivir con sus fans en la Jedicon el 19 y 20 de julio en el centro Banamex donde también participarán partícipes de la saga como Antonio Viña, Tux Akindoyeni o Ross Beadman, este último fue aquel niño que muere a manos de Anakin Skywalker durante la ejecución de la Orden 66.