La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, pidió a la alcaldía Cuauhtémoc que entregue las esculturas de Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro, retiradas del Jardín Tabacalera, con el objetivo de reubicarlas en un sitio emblemático del centro capitalino en colaboración con el Gobierno Federal.
“Queremos recuperar las esculturas que hoy están en una bodega, queremos recuperarlas, estas esculturas artísticas”, declaró la mandataria capitalina. “De manera respetuosa vamos a pedirle a la alcaldía Cuauhtémoc que nos haga llegar las esculturas o ir por ellas, que nos permita, a través de lo que se requiera jurídicamente, para que ya el Gobierno de la ciudad con el Gobierno federal podamos tener en un lugar simbólico de la ciudad, céntrico, estas esculturas”.
Retiro de estatuas no siguió la ley, asegura Clara Brugada
Brugada subrayó que su retiro no siguió los lineamientos establecidos para monumentos en espacios públicos, al no haber solicitado la autorización correspondiente, “si bien hemos dicho que no se cumplió con las reglas establecidas para los monumentos, debió haberse hecho como lo marcan estas normas, haber solicitado permiso para retirarla y no se hizo”.
Además defendió el valor simbólico de las piezas “preservar una obra que conmemora un momento histórico que tiene gran relevancia, que fue ese primer encuentro de estas dos personalidades… estas figuras también representan la autodeterminación de los pueblos, el espíritu de soberanía que nos hermanan a dos naciones”.
¿Por qué retiraron las esculturas de Guevara y Castro?
Las esculturas, creadas por el artista Óscar Ponzanelli, retratan a Guevara y Castro sentados en una banca, y fueron instaladas en el Jardín Tabacalera, a unas cuadras del lugar donde ambos revolucionarios se conocieron en 1955.
El retiro de las figuras generó críticas por parte de colectivos de solidaridad con Cuba y usuarios en redes sociales. El Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba convocó incluso a un mitin para exigir su restitución.
Por su parte, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, defendió la decisión al argumentar que no hubo un procedimiento legal para su colocación y que carecen de la cédula obligatoria del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos (COMAEP).