La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) enfrenta un riesgo financiero inminente debido a un adeudo de 150 millones de pesos por parte del Gobierno del Estado, lo que pone en jaque la operación cotidiana de la institución y podría tener consecuencias directas en el pago de salarios y la estabilidad de los servicios educativos antes de que termine el año.
El rector Alejandro Zermeño Guerra confirmó que el monto corresponde a participaciones estatales que no han sido entregadas, a pesar de múltiples gestiones realizadas ante la Secretaría de Finanzas. La omisión prolongada no sólo compromete las finanzas de la universidad, sino que podría desencadenar un efecto dominó que afecte a más de 30 mil estudiantes y trabajadores.
“Es una situación delicada. Hemos insistido en buscar soluciones, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta ni fechas claras para la regularización de los recursos”, lamentó Zermeño.
Aunque en mesas de diálogo se ha sugerido que la deuda podría saldarse mediante la construcción de infraestructura para la universidad, el rector aclaró que no hay ninguna propuesta formal ni aval de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que permita avanzar bajo esa vía. La alternativa, además de informal, representa una solución parcial y diferida que no resuelve la urgencia operativa actual.
La falta de estos recursos podría repercutir en la puntualidad de pagos al personal docente y administrativo, así como en el mantenimiento de programas académicos y servicios básicos. En un escenario extremo, la universidad no descarta ajustes como incrementos en colegiaturas o reducción de actividades extracurriculares, medidas que golpearían directamente a la comunidad estudiantil.
El adeudo estatal a la UASLP pone en entredicho el compromiso del gobierno potosino con la educación superior pública. Mientras otras universidades del país logran subsanar sus compromisos con apoyo federal y estatal coordinado, la UASLP enfrenta sola una omisión que podría escalar a una crisis institucional.