Si te encanta el pescado empanizado pero buscas una versión más ligera, te damos esta opción para prepararlo.
Ingredientes:
4 filetes de pescado blanco
1 huevo grande o 2 claras
1 cda de mostaza Dijon
1/2 tz de pan integral molido o de panko integral
2 cdas queso parmesano rallado opcional solo para dar textura
1/2 cdita de ajo en polvo
1/2 cdita de paprika o pimentón dulce
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva en aerosol
Limón en gajos para servir
Preparación:
Precalienta el horno a 200?°C (390?°F) y cubre una bandeja con papel vegetal o una rejilla metálica (para una cocción más crujiente).
Seca los filetes de pescado con papel de cocina y salpimienta al gusto.
En un bowl, bate el huevo con la mostaza Dijon (esto ayuda a adherir mejor el empanizado).
En otro recipiente, mezcla el pan rallado, parmesano, ajo en polvo y pimentón.
Sumerge cada filete primero en la mezcla de huevo y luego cúbrelo con la mezcla de pan rallado, presionando suavemente para que se adhiera bien.
Coloca los filetes en la bandeja o rejilla, rocía ligeramente con aceite en aerosol o pincela con un poco de aceite de oliva.
Hornea durante 15-18 minutos, o hasta que el empanizado esté dorado y el pescado se desmenuce fácilmente con un tenedor.
Sirve caliente con una rodaja de limón y, si deseas, con una ensalada fresca o vegetales al vapor.
¿Buscas una receta de pescado empanizado saludable y con pocas calorías? Esta versión al horno es ideal para quienes cuidan su alimentación sin sacrificar sabor ni textura. Crujiente por fuera, jugoso por dentro, y sin necesidad de freír. ¡Perfecta para toda la familia!
Tips para un pescado empanizado ligero y crujiente
Usa panko integral si quieres una textura aún más crujiente con menos grasa.
Evita freír: hornear o usar una freidora de aire reduce drásticamente las calorías sin perder sabor.
Agrega especias a la mezcla del empanizado (como curry, comino o hierbas secas) para personalizar el sabor sin calorías extra.
Coloca los filetes sobre una rejilla para hornear, no directamente en la bandeja: así el calor circula mejor y se logra un acabado más crujiente por ambos lados.