Tal y como su nombre indica, su síntoma principal es una tos violenta e incontrolable que se manifiesta acompañada por una sensación de asfixia que, a su vez, se manifiesta con un sonido convulsivo profundo cuando el paciente intenta respirar. Debido a ello, algunas veces, cuando la crisis de tos es demasiado fuerte, el paciente puede vomitar por el esfuerzo realizado.
De acuerdo con el Manual MSD, “antes de que las vacunas fueran ampliamente utilizadas, la tos ferina era una enfermedad que afectaba a los niños pequeños. Ahora, una persona puede desarrollar la tos ferina a cualquier edad. Más de la mitad de los casos afectan a adolescentes y adultos”.
Como ya comentábamos, la causa de la tos ferina es Bordetella pertussis, bacteria que puede ingresar al organismo por el contacto con aerosoles nasofaríngeos de una persona infectada.
Las probabilidades de contagio al estar cerca de una persona enferma superan el 90 %. Una vez se produce la infección, puede permanecer por 6 e incluso 10 meses en el huésped.
Factores de riesgo
De acuerdo con un estudio reciente, “el mayor porcentaje de cayados y nivel de procalcitonina, así como menor saturación de oxígeno, en el momento del ingreso; no haber recibido ninguna dosis de vacuna DTPa; la presencia de síntomas catarrales, apnea y cianosis en el comienzo del cuadro y la coinfección por virus respiratorios se pueden considerar factores de riesgo de la aparición de complicaciones durante el ingreso hospitalario”.
Síntomas de la tos ferina
Los síntomas de la tos ferina comienzan a presentarse de 7 a 10 días después de la exposición a la bacteria. En sus etapas iniciales son leves y pueden confundirse con un resfriado común.
Estos incluyen:
Congestión nasal.
Fiebre moderada.
Ojos llorosos y rojos.
Producción excesiva de flemas o moqueo.
Tos (inicialmente nocturna, pero se va extendiendo a lo largo del día).
Pasadas una o dos semanas, los síntomas comienzan a ser más severos. La mucosidad espesa se acumula en las vías respiratorias y produce una tos fuerte e incontrolable que se caraPara obtener inmunidad frente a este microorganismo tendremos que recibir por lo menos tres dosis de vacuna.cteriza por generar una respiración forzada.
En esta fase de la infección, el paciente puede manifestar:
Cara enrojecida o azulada.
Sensación de fatiga crónica.
Vómitos (debido al esfuerzo que se hace al toser).
Un sonido silbante y chillón agudo al respirar (sibilancias).
Cabe mencionar que no todos los pacientes presentan el sonido característico con que se distingue esta enfermedad, la tos seca
Tratamiento
El tratamiento se suele iniciar antes de que se confirme la enfermedad.
Llegado a este punto, conviene aclarar que la tos ferina es una infección bacteriana y, por ende, el tratamiento con antibióticos es una de las primeras medidas para controlarlo. No obstante, estos funcionan eficazmente solo al principio, si la infección avanzada no serán efectivos. Los más utilizados son los del grupo de los macrólidos. Destacan:
Azitromicina.
Claritromicina.
Eritromicina.
Posibles complicaciones
Neumonía
Convulsiones
Hemorragia nasal
Infecciones del oído
Hernias abdominales
Discapacidad intelectual
Vasos sanguíneos rotos en la piel
Daño cerebral por falta de oxígeno
Trastorno convulsivo (permanente)
Detención de la respiración o respiración lenta (apnea)
Muerte
Cualquier manifestación de la enfermedad debe ser analizada por el médico