El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoció que las medidas para el aumento de la natalidad en Rusia, uno de los principales objetivos del Gobierno, son insuficientes.
"Siendo honestos, debemos admitir que las medidas de apoyo que hemos elaborado, que son muchas (...) son insuficientes dados los problemas demográficos", dijo el líder ruso durante un viaje a la ciudad de Magnitogorsk, en los Urales.
El jefe del Kremlin señaló que las mujeres rusas se convierten en madres por primera vez a la edad de los 28 o 29 años y luego no queda "tiempo ni fuerzas" para ampliar la familia, pese a que "no hay mayor felicidad en la vida que tener hijos", aseguró.
El Parlamento ruso aprobó el año pasado una ley que prohíbe la propaganda de la ideología 'childfree', que busca reconocer el derecho de las mujeres a no tener hijos.
Rusia destinará en los próximos tres años 37.500 millones de rublos (más de 402 millones de dólares) a los programas para promover la natalidad en medio de la crisis demográfica más grave del último cuarto de siglo.
Las autoridades buscan revertir la drástica caída de nacimientos, relacionada tanto con la incertidumbre causada por la guerra en Ucrania como por el "agujero demográfico" en el que se encuentra Rusia al alcanzar la edad fértil las mujeres nacidas en la década de los 90 del siglo XX, cuando también se registró una brusca caída de los nacimientos.