Imágenes desde el zócalo
La semana pasada estuvo llena de noticias que delinean la compleja realidad que vivimos. La actividad criminal se mantiene presente, como el tema transversal que trastoca todo, sociedad, economía y política. El gobierno mexicano, entre aciertos e ineptitudes, sortea uno de los momentos más difíciles de nuestra historia reciente.
Por un lado, destaca que el primer semestre de 2025 fue el menos violento desde 2016, con un promedio diario de homicidios dolosos de 70.5. Es una buena noticia, pero a la par, el número de desaparecidos en lo que va del gobierno de Claudia Sheinbaum, con 40 diarios, es el más alto de los últimos cinco sexenios. Cabe la pregunta, ¿Acaso se cambió el patrón de la actividad delictiva, para comunicar una mejora maquillada? Sería terrible enterarnos que así fue.
En otro escenario, las autoridades informaron del aseguramiento de más de 15 millones de litros de hidrocarburos en operativos realizados en Coahuila. Un total de 129 carrotanques fueron incautados; la fotografía aérea es increiblemente descriptiva. ¿Porqué no hubo un solo detenido? En lo que va del sexenio, se han asegurado alrededor de 70 millones de litros de “huachicol”, lo que representa 50% más que en todo el sexenio anterior, pero hasta el momento no hay un solo responsable en la cárcel. ¿Los habrá? ¿O simplemente se trata de golpes mediáticos, útiles para distraer a la sociedad, pero inútiles (o complacientes) para atacar realmente a los grupos criminales que emplean esos recursos, para corromper autoridades, incrementar su capacidad de fuego y profundizar la violencia? Mientras lo sabemos, las pérdidas de Pemex por esta actividad, se elevaron 13 por ciento en el primer bimestre del año.
Por último, se envió la iniciativa de reforma constitucional para que el Congreso pueda expedir la Ley General contra la Extorsión. Tras la agria polémica por la llamada #LeyEspía, el gobierno lanzó la estrategia nacional contra este delito, que concentrará acciones en el Edomex, Guanajuato, Nuevo León, CDMX, Veracruz, Jalisco, Michoacán y Guerrero, en donde se acumula el 66% de casos. Entre las medidas propuestas están: “realizar tareas de inteligencia, reforzar los controles en centros penitenciarios, intervención de líneas telefónicas, congelamiento de cuentas y capacitar a empleados de tiendas, bancos y hoteles para identificar llamadas y depósitos vinculados con dicho ilícito”.
En un país en el que durante los primeros cinco meses del año, se registraron 4,882 víctimas por este delito -la cifra más alta desde 2015 para el mismo período- cabe cuestionarnos, ¿si los afectados no denuncian -como hoy ocurre por falta de confianza en la autoridad- será suficiente lo planteado? ¿De qué servirá la propuesta, si en los hechos, la sociedad no participa?
En este difícil contexto, no pasa desapercibido que se le haya dado tanta difusión a la noticia de que Enrique Peña Nieto habría recibido 25 millones de dólares “para conseguir jugosos contratos con el gobierno de México y vender el software espía Pegasus”. De manera inmediata, Alejandro Gertz Manero confirmó que se abrió una carpeta de investigación por los presuntos sobornos.
La noticia corrió en paralelo a la declaración de Ovidio Guzmán como culpable de varios delitos ligados al narcotráfico. Con ello, será testigo protegido. La expectativa aquí y allá, es si en esta nueva condición, el “chapito” brindará nombres de operadores financieros, funcionarios protectores, políticos beneficiados electoralmente, rutas de tráfico, así como redes de distribución en las ciudades estadounidenses. ¿Quien resultará señalado en este capítulo de la narco-trama mexicana?
Los temas aquí señalados, evidencian que la agenda en materia de inseguridad y de violencia es sumamente compleja para el gobierno, peor aún, si llegara a contaminarse con temas de corrupción política, como los que podría proyectar Ovidio. ¿Será que los encargados de comunicación social, buscarán construir una nueva narrativa, ahora contra el ex presidente priista como “la causa de todos los males”? ¿Acaso creen que podrían administrar el rumbo de la discusión pública? Se antoja imposible.
Frente a la coyuntura actual, no cabe la indiferencia. La sociedad mexicana debe participar con responsabilidad, involucrarse, ser crítica, pero también propositiva. Ante todo, debe ser profundamente conciente de que no se le distraiga, que no se le engañe, que no se le manipule. Ha llegado la hora de construir una #NuevaRepública en la que impere la verdad, como base para la libertad y la justicia. Empecemos ya.