La noche del 76 baile de la Cruz Roja Monegasca volvió a posicionar al Principado de Mónaco como el epicentro del glamour y la filantropía.
Presidida por los soberanos, el Príncipe Alberto II y la Princesa Charlène, la velada no sólo convocó a figuras de la nobleza y el espectáculo, sino que reafirmó el compromiso humanitario de la Cruz Roja Monegasca desde su fundación en 1948.
El escenario fue la icónica Salle des Étoiles del Sporting Monte-Carlo, donde los asistentes disfrutaron de una cena de gala elaborada por el chef Thierry Saez Manzanares.
Todo lo recaudado se destina a las acciones solidarias de la Cruz Roja, tanto en Mónaco como a nivel internacional.
El ambiente fue definido por la elegancia, pero también por los detalles florales protagonizados por anturios rojos, reflejo visual del emblema de la institución. Entre los asistentes destacaron miembros de la familia Grimaldi, figuras públicas como el piloto Charles Leclerc y la actriz Brigitte Nielsen, y representantes del arte, como Aurélie Dupont.
La Princesa Charlène captó miradas con un vestido plisado azul de escote en 'V', mientras que el Príncipe Alberto optó por un esmoquin blanco con pajarita roja. Ambos reafirmaron su rol como líderes de la institución.
Camille Gottlieb, sobrina del Príncipe y activa en el departamento de juventud de la Cruz Roja, también fue protagonista con un vestido blanco y negro de escote Bardot.
Además, la tómbola benéfica, uno de los momentos más esperados de la noche, ofreció premios de lujo y fue presentada por Aurélie Dupont y el periodista Harry Roselmack.
Los fuegos artificiales lanzados desde la costa cerraron la velada con un espectáculo visual sobre la bahía.