plano informativo

Arroyos urbanos, convertidos en drenajes y basureros

Aguascalientes, AGS; Durante décadas, arroyos como El Cedazo, San Francisco, El Molino o Don Pascual formaron parte del paisaje y equilibrio ecológico de Aguascalientes. Hoy, muchos de esos cauces están entubados, contaminados o sepultados bajo avenidas y fraccionamientos. De acuerdo con el Plan de Desarrollo Urbano 2035, gran parte de los arroyos urbanos han perdido su función natural y ahora operan como colectores de aguas negras o pluviales.
 
En 2012, Aguascalientes se ubicó como el cuarto municipio del país con más sitios de descarga de aguas residuales sin tratar: 41 en total solo en la capital. La mayoría estaban conectados directamente a cuerpos de agua urbanos. A más de una década, los efectos siguen siendo visibles en forma de contaminación, pérdida de biodiversidad y acumulación de basura.
 
A pesar de los esfuerzos municipales y estatales por limpiar y sanear los cauces, como en los casos de San Francisco y Los Adoberos, los arroyos siguen siendo puntos críticos por la descarga clandestina de desechos, así como por la invasión con escombros, plásticos y hasta muebles. Algunas limpiezas han logrado retirar toneladas de residuos, pero la recurrencia del problema impide avances sostenibles.
 
Actualmente existen cerca de 120 kilómetros de arroyos en la capital, y aunque se han intervenido al menos 13 km con acciones de limpieza y recuperación, autoridades como SEMADESU y la PROESPA coinciden en que hace falta mayor vigilancia, educación ambiental y voluntad ciudadana para frenar el deterioro.
 
Lo que alguna vez fue una red viva de agua superficial hoy sobrevive a medias, muchas veces oculta. La recuperación de estos "ríos invisibles" no solo es una cuestión ecológica, sino también de salud pública, resiliencia urbana y memoria colectiva.
OTRAS NOTAS