Las intensas lluvias e inundaciones repentinas en Texas reavivaron las críticas y cuestionamientos sobre la política de recorte presupuestal emprendida por el gobierno estadunidense del presidente Donald Trump.
La tragedia en Texas, que ha cobrado al menos unos 120 muertos y 170 desaparecidos, es el desastre climático más mortífero en Estados Unidos desde que la administración Trump llevó a cabo recortes masivos de personal en dos instituciones: la Organización Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y su subsidiaria, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, el NWS ha perdido alrededor de 600 empleados entre despidos, jubilaciones anticipadas y renuncias diferidas, según Tom Fahy, director legislativo de la Organización de Empleados del NWS.
Estos recortes afectaron a todos los sectores de la agencia, explicó Fahy a la BBC, desde los meteorólogos hasta los especialistas técnicos y los hidrólogos, que se especializan en inundaciones.
La oficina de San Antonio, que jugó un papel trascendental en el pronóstico de las tormentas mortales de la semana pasada, tiene una tasa de vacantes total de 22%, según un recuento en su sitio web.
Entre esas vacantes está la de Paul Yura, el meteorólogo coordinador de alertas en la oficina de Austin/San Antonio del NWS, quien aceptó en marzo la oferta de jubilación anticipada como parte de los recortes de personal de la NOAA.
Yura era el principal enlace de coordinación con los servicios de emergencias locales y con los voluntarios para ayudar a prepararse ante cualquier inclemencia del clima en esa región.
“Para un burócrata contable de Washington”, la baja de Yura “podría haber parecido una pequeña, pero bienvenida sustracción en una gigantesca hoja de cálculo, pero no en una región tan propensa a estos peligrosos fenómenos”, opinó Zeynep Tufekci, columnista del New York Times.
Además de falta de personal en los servicios meteorológicos, residentes del condado de Kerr han solicitado mejores sistemas de alertas desde hace al menos una década para esa región del centro de Texas conocida como El callejón de las inundaciones repentinas.
Sin embargo, expertos y funcionarios aseguran que el NWS emitó alertas oportunas y que hay personal suficiente.
“Creo que no”, respondió Trump a periodistas cuando le preguntaron si era necesario recontratar a meteorólogos. “Esto (las inundaciones) ocurrió en segundos. Nadie lo esperaba. Había gente muy talentosa allí y no lo vieron”, aseguró.
600 empleados ha perdido el Servicio Meteorológico Nacional de EU por los recortes del gobierno a la burocracia.
El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, ordenó el envío de cuatro binomios de la Unidad Canina de Búsqueda para reforzar el trabajo que realizan rescatistas del municipio de Acuña en apoyo a las inundaciones en Texas.
Se trata de binomios caninos especializados de la Secretaría de Seguridad Pública para apoyar en localización y rescate de personas.
Estos binomios se suman a Erik y Bata, dos perros mexicanos enviados junto a un par de agentes michoacanos, para ayudar en las brigadas en Texas.
Mientras que los 15 rescatistas y los elementos caninos (Joe, Aby, Loreta y Danna) enviados por el gobierno de Nuevo León a Kerr, Texas, para apoyar en la búsqueda de víctimas, ya están en operaciones.
Los elementos fueron distribuidos en diferentes sectores en una distancia lineal de 5 kilómetros a lo largo del río Guadalupe.