Lauren Pisciotta, ex asistente personal de Kanye West, presentó una segunda demanda enmendada contra el rapero, donde lo acusa de haberla agredido sexualmente durante un viaje de negocios, además de sumar cargos por acoso, detención ilegal, lesiones y tráfico sexual.
Pisciotta, quien ya había demandado a West en 2024 por acoso sexual y despido injustificado, aseguró que los hechos ocurrieron mientras ambos se hospedaban en un Hotel de San Francisco durante el desarrollo del álbum Donda.
Según documentos legales obtenidos por TMZ, West -también conocido como Ye- inició una serie de insinuaciones sexuales no deseadas, que incluyeron besos forzados y comentarios explícitos sobre el cuerpo de Pisciotta. Aunque ella intentó rechazarlo, el rapero persistió y la besó sin su consentimiento.
La denuncia señala que la situación escaló durante una sesión de composición en la suite del hotel, cuando el intérprete de "Runaway" se masturbó frente a Pisciotta y la tocó sin su permiso antes de quedarse dormido en medio de la conversación.
En otro episodio, West habría irrumpido en la habitación de su ex asistente bajo el pretexto de usar la ducha. Pese a sus negativas, la empujó sobre la cama, la inmovilizó y la forzó a practicarle sexo oral.
"Le rogué que se detuviera. Estaba paralizada por el miedo y el shock", se lee en la declaración.
Además, afirmó que la ofreció como "regalo sexual" a terceros a cambio de tener relaciones con su pareja, una práctica que, según ella, era común en su entorno.
Lauren Pisciotta también presentó en mayo una primera denuncia enmendada donde lo acusó de haberla drogado durante una sesión de estudio coproducida por Sean "Diddy" Combs, quien enfrenta actualmente su propio proceso legal por cargos relacionados con prostitución.
Hasta ahora, el equipo legal de West no ha respondido a estas nuevas acusaciones. En ocasiones anteriores, su abogado calificó las demandas como "infundadas" y aseguró que el artista planeaba presentar una contrademanda.
Esta nueva serie de señalamientos se suma a los escándalos que han marcado el declive de la figura pública de Kanye West, desde sus declaraciones antisemitas hasta la pérdida de contratos con marcas como Adidas, Balenciaga y Universal Music Group.