Acaba de sufrir su primera derrota. Está en medio de un torbellino mediático por haber intervenido en la invasión de un país de Europa del Este. El gobierno considera seriamente detenerlo, y la reportera Lois Lane se pregunta si todo lo que está haciendo lo vuelve ilegalmente responsable. No, no hay un prólogo en el que vemos al pequeño Kal-El llegar a la Tierra. En esta nueva película sobre Superman, arrancamos con todo.
Se ha publicitado ampliamente que Superman es el nuevo comienzo del universo extendido de DC, por lo que hay demasiada presión sobre sus hombros. Los fans, sin embargo, pueden respirar tranquilos: la película -con todo y sus bemoles- es un triunfo.
El hombre encargado de llevar esta saga a puerto seguro es James Gunn, director de la trilogía de Guardianes de la Galaxia. Su estilo característico se percibe en todos los elementos de esta entrega, empezando por un tono mucho más ligero y lleno de humor incluso en los momentos más pesados.
También impregna la película de héroes, monstruos y extraterrestres muy en la línea de aquella saga de Marvel que él mismo adaptó. Y, por si fuera poco, le añade un sorpresivo subtexto político que, en una de esas coincidencias del destino, refleja exactamente lo que estamos viendo allá afuera.
Si todo esto suena a demasiado, es porque lo es. La película tiende a sentirse muy recargada, como si Gunn intentara meter todo lo posible para establecer este nuevo mundo, complicando de más las cosas y perdiendo de vista a sus personajes en el proceso. Vamos, parece increíble, pero son contadas las ocasiones en las que vemos a Superman usando sus poderes en todo su esplendor.
Dicho esto, la película realmente se siente como un cómic llevado a la pantalla grande, con un gozo palpable en cada encuadre y un énfasis claro en la verdadera esencia de un personaje que representa pura bondad. Sí, el último acto es excesivamente caótico: las personas en la calle miran al cielo en vez de correr por sus vidas, y los edificios caen como fichas de dominó. Pero, después de todo, estamos hablando de Superman.
Y detrás de él está David Corenswet, el rostro que le da vida y quien lo hace espectacularmente. Lo mismo Rachel Brosnahan como Lois Lane y Nicholas Hoult como Lex Luthor. Ahí está el buen ojo de Gunn también. Y, claro, en la icónica aparición de Krypto.