Preparan un plan de largo plazo para la paraestatal
Como parte de la reestructura profunda que requiere Petróleos Mexicanos (Pemex), el Gobierno federal podría recomprar parte de la deuda de la petrolera a una menor tasa y a un mayor plazo, estimó Gonzalo Monroy, especialista en energía.
La Presidenta Claudia Sheinbaum anunció el 1 de julio que prepara, junto con las Secretarías de Hacienda y Energía, un plan de largo plazo para Pemex, con alcance hasta 2040. La estrategia se presentará en dos semanas.
En entrevista ayer, Monroy explicó que un escenario contempla que Pemex emita deuda garantizada por sus propios ingresos y apoyos gubernamentales, la cual sería a una tasa de entre 11 a 13 por ciento en moneda extranjera.
"La alternativa es que el Gobierno mexicano salga a hacer una emisión global, con una tasa de entre 5.5 y 6 por ciento, como la que obtuvo en febrero, que es la mitad del costo del financiamiento, y a partir de ahí se recompren bonos de Pemex.
"Esto ya se dio antes, pero no de manera explícita, porque típicamente el Gobierno realiza esta emisión de deuda, la transfiere a la Tesorería de la Federación y de ahí, de manera discrecionalidad, a gasto corriente, a gasto de inversión, a Pemex, etcétera. Esta vez estamos hablando de que sería muchísimo más focalizado enteramente por los montos que se mandarían a la petrolera", expuso Monroy.
Al cierre del primer trimestre, la deuda de Pemex ascendía a 2.05 billones de pesos, que equivalen a 101.06 mil millones de dólares.
El experto consideró que el Gobierno federal podría absorber entre 30 y 50 por ciento de esa deuda, sólo si México creciera a un ritmo de 2 por ciento.
"Pero las expectativas del Banco de México, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional señalan que no habrá ese crecimiento, lo que hace que la disponibilidad de ingresos fiscales sea muchísimo más limitada", explicó Monroy.
Esto se debe a que el País está más expuesto a la volatilidad, sobre todo ante la política comercial del Presidente estadounidense Donald Trump.
Monroy consideró que incluso el Gobierno podría comprar la deuda de Pemex que se encuentra próxima a vencer, lo cual le daría un ahorro en capital.
Según información de la petrolera, la deuda que vence en los próximos tres años asciende a 30 mil millones de dólares, mientras que a 2030 es de 44.6 mil millones.
Al final, para los inversionistas es más importante quién va a pagar en última instancia, que en este caso es el Gobierno federal, explicó Monroy.