Todos buscamos respuestas. Hasta Jennifer López que de vez en cuando las encuentra gracias a Jae Rae, una rubia platino clarividente, médium, tarotista y consejera espiritual. Su lista secreta de clientes incluye superestrellas y superricos, incluida JLo, a quien Rae conoció durante un rodaje en 2010. Desde entonces, ha acompañado a la cantante en sus decisiones vitales y eso seguramente incluye su reconciliación y posterior ruptura Bennifer 2.0. Foto: Warner Bros. Harry Potter
Y es que, incluso la persona menos espiritual del planeta ha echado un vistazo alguna vez al horóscopo, seguramente, para tratar de conocerse más en profundidad o aunque sólo sea para reírse. Pero cada vez hay más jóvenes que comparten el número de su astrólogo/a de confianza y acuden a esa persona en busca de consejo. ¿Por qué?
El antiguo deseo de predicción
El deseo de ver el futuro ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Hay testimonios de adivinación en todas las sociedades y épocas de las que existen documentos escritos. Hoy en día, sin embargo, las prácticas espirituales tienen menos que ver con la predicción del futuro y más con una mejor comprensión del presente.
Entre los millennials y la Generación Z, en particular, existe una creciente apertura: las terapias espirituales, la astrología, la lectura de cartas y el coaching intuitivo ya no se consideran aficiones extravagantes, sino una alternativa a las terapias tradicionales. La gente acude a clarividentes, médiums y astrólogos a través de Zoom, teléfono o redes sociales para que les ayuden a tomar decisiones importantes en la vida.
Una mirada al pasado: la historia de la adivinación
En la antigüedad se consultaba el Oráculo de Delfos. Atraía a reyes y peregrinos de todo el mundo. Las respuestas procedían de los pitonisas, que entraban en trance y hablaban con acertijos. Estos consejos no sólo influían en las decisiones políticas y militares, sino también en las personales.
En Mesopotamia se arrojaba harina y aceite al agua, se leían los órganos de los animales y se inventó la astrología. En la Edad Media, se interpretaba la orina, las superficies reflectantes y se utilizó por primera vez la bola de cristal. Sin embargo, los practicantes tenían que temer ser quemados como brujos.
Con el tiempo, las técnicas cambiaron, explica la Prof. Dra. Ulrike Ludwig, historiadora de la Universidad de Münster: "Siempre había nuevas formas, como la adivinación con café, que llegó a Europa con el café. La cartomancia, es decir, la lectura de cartas, se remonta al siglo XVI. Sin embargo, las cartas del tarot no aparecieron hasta el siglo XIX. También hay continuidades, como la astrología, que ya existía en Babilonia, Egipto y Mesopotamia, y se sigue utilizando hoy en día".
Espiritualidad moderna: apps, libros, coaching online
Hoy no sólo hay astrólogos como Chani Nicholas, cuyos libros son bestsellers del New York Times, sino también apps y herramientas digitales. Chani, por ejemplo, quiere ayudar a la gente a entender su carta astral y alinearse con su destino.
Por su parte, la astrología moderna pretende fomentar la autocomprensión, la intuición y el crecimiento personal.
Lo que siempre nos ha preocupado: consuelo, autodescubrimiento y orientación
Los temas que llevan a la gente al asesoramiento son los mismos hoy que hace siglos. El amor, la salud, la prosperidad, la educación de los hijos o la cuestión de si viajar o no. El profesor Ludwig afirma: "Se puede identificar un canon típico de preguntas que la gente hace a la adivinación en todas las épocas y regiones".
La gente sigue preguntando hoy en día: ¿Debo casarme? ¿Tendré hijos? ¿Será niña o niño?
¿Qué espera obtener la gente del asesoramiento espiritual? "Básicamente, se trata de poder tomar mejores decisiones en el aquí y ahora con la ayuda de la adivinación", explica el profesor Ludwig. A menudo se trata de encontrar estabilidad en tiempos caóticos. Pero también tiene que ver con el autodescubrimiento, las cuestiones de identidad y las nuevas perspectivas fuera de los modelos de vida tradicionales".
¿Fe o superstición?
Según la profesora Ludwig, el hecho de que apenas haya estudios sobre el uso de servicios espirituales se debe también a que mucha gente no habla abiertamente de ello, porque se considera irracional en la sociedad moderna e ilustrada. Desde la Ilustración, la adivinación y la magia se han tachado de superstición, es decir, de creencia en algo falso.
En otras regiones, como Asia Oriental, la gente ve las cosas de otra manera: allí, la adivinación se considera a veces una parte natural del sistema de creencias y una fuente de información seria.
Celebridades como Jennifer López, Kim Kardashian y Gwyneth Paltrow normalizan la búsqueda de un significado espiritual. TikTok y YouTube ofrecen miles de lecturas, desde la quiromancia y el tarot hasta la astrología y el coaching intuitivo.
La mayoría versan sobre el amor, la carrera, la salud y el crecimiento personal.
¿Cómo reconocer a los asesores reputados?
Hay miles de ofertas en las profundidades de Internet. Si prestas atención a estas malas y buenas señales seguro que encuentras a la persona que buscas.
Banderas rojas
Resultados garantizados como números de lotería
Alarmismo con supuestas maldiciones
Contrahechizos caros
Declaraciones y promesas vagas
Banderas verdes
Recomendaciones de amigos
Reseñas genuinas y positivas
Métodos y precios comunicados con claridad
Presencia transparente en las redes sociales
Y, como siempre, un buen presentimiento
Complementario, no sustitutivo: prácticas espirituales junto con la terapia
El asesoramiento espiritual no pretende sustituir a la psicoterapia. Pero puede complementarla. Los terapeutas no dan consejos, sino que te ayudan a tomar tus propias decisiones. Esto es exactamente lo que muchos consejeros espirituales intentan hacer.
Por eso hoy muchos combinan métodos tradicionales y alternativos, como la lectura de cartas, la astrología o el coaching intuitivo.
La espiritualidad está anclada en nosotros
Aunque a menudo parezca una "moda viral", la espiritualidad está profundamente arraigada en las personas. Un equipo de investigación dirigido por el neurocientífico Michael Adam Ferguson ha descubierto que está anclada en el llamado gris periacueductal, una parte muy antigua del cerebro. Esta zona influye en emociones básicas como el dolor, el miedo... Y la espiritualidad.
De hecho, la Universidad de Harvard está investigando ahora la "neuroespiritualidad": una combinación de investigación cerebral y práctica espiritual. Durante miles de años, la curación y la espiritualidad fueron inseparables; sólo la modernidad las ha separado.
Quizá no sea casualidad que hoy, en un mundo lleno de incertidumbre, volvamos a buscar prácticas espirituales. Eso sí, el método más efectivo depende de cada persona. Ya sea la adivinación, las estrellas o la intuición: lo que funcione.