El Gobierno talibán rechazó este martes, mediante un comunicado, las recientes órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) contra dos de los líderes más poderosos del régimen, el líder supremo y el jefe de justicia, calificándolas de "infundadas e ineficaces".
La declaración, difundida por el principal portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, afirmó que el régimen no reconoce la legitimidad ni la autoridad de la Corte Penal Internacional, a la que se refiere como el "llamado Tribunal Internacional".
"No reconocemos ninguna institución bajo el nombre o título de Tribunal Internacional ni tenemos obligación alguna hacia ella", afirmó Mujahid.
El comunicado se produce después de que la Corte Penal Internacional (CPI) ordenara este martes la detención del líder supremo de los talibanes y de su jefe de justicia, acusados de crímenes de lesa humanidad, entre ellos persecución por motivos de género.
El régimen rechazó esas acusaciones y aseguró que no afectan su "firme determinación ni su postura basada en la sharía".
"Tales anuncios, afirmaciones infundadas y cualquier otra cosa no tienen ningún impacto en la firme determinación y la posición basada en la sharía del Emirato Islámico", añade el texto en referencia a la conocida como ley islámica.
La Corte Penal Internacional (CPI) considera que el líder supremo de los talibanes, Haibatullah Akhundzada, y el presidente de la Corte Suprema, Abdul Hakim Haqqani, son responsables del crimen de lesa humanidad de persecución por motivos de género.
Según el tribunal, han cometido este crimen "al ordenar, inducir o solicitar" las políticas represivas contra niñas y mujeres desde que tomaron el poder en agosto de 2021.
En una contracrítica el portavoz talibán señaló la actual guerra en Gaza, donde la ofensiva militar israelí ha dejado un alto número de víctimas civiles, acusando al sistema legal internacional de ejercer una justicia selectiva.
"En un momento en que se está cometiendo un genocidio en Gaza, Palestina, por parte del régimen sionista israelí y sus aliados extranjeros... hablar de derechos humanos y justicia por parte de ese tribunal es motivo de vergüenza y deshonra", declaró.
El comunicado también defendió que la dirección talibán ha establecido un modelo propio de justicia en Afganistán y advirtió que calificar la sharía como injusta y procesar a quienes la aplican supone una ofensa directa al islam y a las creencias de los musulmanes en todo el mundo.
"Etiquetar las leyes de la sharía como contrarias a la humanidad y opresivas es una enemistad y hostilidad manifiesta hacia la pura religión del islam, y se considera un insulto a las creencias de todos los musulmanes", concluyó el comunicado.