Los aranceles del 20.91% al tomate mexicano que anunció Estados Unidos podrían reducir las exportaciones totales de este producto en 25% anual y acabar con 100 mil empleos en México, alertó Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
La semana pasada, productores de tomate de EU pidieron a su Gobierno que el próximo 14 de julio cumpla su promesa de terminar el Acuerdo de Suspensión del Tomate mexicano de 1996, el cual paralizó una investigación contra México por posibles prácticas de comercio desleal con el tomate.
Adicional a la rescisión, el pasado 14 de abril, las autoridades estadounidenses anunciaron el gravamen a este cultivo.
Tan sólo en Sinaloa, principal estado exportador de tomate, 50 mil puestos de trabajo estarían en riesgo si el país vecino concreta las medidas, según Anaya.
"Este escenario podría reducir el volumen exportado hasta en 25%, provocar una caída abrupta en los precios de campo y poner en riesgo más de 100 mil empleos directos e indirectos en el País", dijo el experto.
"Afectaría no sólo a productores mexicanos, sino también a importadores, minoristas y consumidores en Estados Unidos, donde los precios podrían aumentar y la disponibilidad reducirse".
Por si fuera poco, los aranceles también ocasionarían un "efecto dominó" en el que el desempleo entre los productores mexicanos termine orillándolos a querer ingresar sin documentos a EU, o bien, a sumarse al crimen organizado, como publicó EL NORTE el 19 de mayo.
Anaya refirió que México es el octavo productor de tomate a nivel mundial. En el 2024, el País exportó a Estados Unidos 1.87 millones de toneladas métricas, la cifra más alta en una década.
"México ha mantenido su liderazgo como el principal exportador mundial, destinando el 60% de su producción al extranjero, principalmente a Estados Unidos, más del 99%", agregó.
El GCMA estima que hacia el final del 2025, la producción nacional de tomate rojo alcanzará 3.65 millones de toneladas métricas, lo que representaría un incremento anual del 1.1%.