Regresar a un modelo de agricultura por contrato, en el que productores y compradores acuerden transacciones antes de que haya una cosecha, le devolvería la rentabilidad al cultivo de maíz en México, que hoy en día es "pura tradición" y no un negocio, según especialistas.
En este esquema se establecen con anticipación precios de venta, volúmenes comprometidos, calidad del producto y fechas de entrega. Además, con la integración de un ingreso objetivo, si el precio de mercado baja, el Gobierno federal compensa la diferencia.
No se trata de un modelo nuevo; del 2004 al 2019 funcionó como programa federal, previo a que el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador creara el programa de Precios de Garantía de Segalmex, que en el caso del maíz sólo beneficia a pequeños productores.
En el sexenio pasado, tras la creación de Segalmex, esta paraestatal absorbió las funciones de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), que operaba el esquema de agricultura por contrato.
"Funcionó por muchos años, en sexenios azules (panistas) y priistas, totalmente la agricultura por contrato. No hay que inventar nada nuevo", dijo Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
"Esto daba certidumbre al productor, que desde que iba a sembrar ya tenía un precio, un comprador, y que, si el precio no llegaba al ingreso objetivo, el Gobierno ponía la lana. Y los compradores también quieren certidumbre; también quieren un grano nacional, porque es un grano de calidad".
Enrique Riveros, ex presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, coincidió con Anaya en que las autoridades federales morenistas deberían tomar el ejemplo de Administraciones panistas y priistas en cuanto a la implementación de un modelo de agricultura por contrato.
"Una 'Aserca del Bienestar', cámbienle el nombre, cuélguense la medalla, hagan lo que tengan que hacer, pero no tenemos que inventar el hilo negro. En Sinaloa estamos produciendo sin agua, sin precio, sin paz, sin mano de obra, sin financiamiento y sin apoyos", aseguró.
Mientras naciones extranjeras fortalecen su competitividad como proveedor de maíz mediante precios bajos y producción de maíz transgénico, en México este cultivo se sigue produciendo por la costumbre y legado que representa, y el País es, junto con China, el principal importador a nivel mundial.
"Traemos una incertidumbre como nunca la habíamos tenido. Si checamos los costos de producción de Jalisco, tenemos un costo de producción por tonelada de maíz de 5 mil 900 pesos. Lo estamos haciendo como una tradición; no como un negocio", lamentó Eduardo Ron Ramos, Secretario de Agricultura de Jalisco.