El promedio de satisfacción con la vida de la población adulta en México se ubica en 8.45, en una escala de 0 a 10, según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 2021 (ENBIARE). Las entidades cuya población adulta promedia mayor satisfacción con la vida son Nuevo León, Colima y Coahuila; en contraste, Guerrero, Puebla y Ciudad de México son las entidades en donde la población adulta presenta el menor valor en este indicador.
Desde la perspectiva del bienestar subjetivo, la satisfacción supone una valoración, producto de una breve reflexión, acerca de cómo la persona evalúa su propia vida y la ponderación que le otorga a distintos ámbitos de ésta.
Satisfacción con aspectos específicos
La satisfacción con un dominio supone una evaluación de las personas sobre su situación respecto a ese ámbito en particular, de acuerdo con sus propios criterios, sus propias metas y el logro alcanzado.
Los promedios de satisfacción con aspectos específicos de las mujeres alcanzan un nivel menor al de los hombres en todos los aspectos de la vida aquí considerados. Para la población adulta en México, la seguridad ciudadana (6.58), los servicios públicos (6.71) y el país (7.23) son los ámbitos con menor calificación. Llama la atención que todos ellos corresponden a esferas de la vida pública.
Entre los aspectos con menor valoración le sigue el nivel de vida socioeconómico (7.52) y la ciudad en donde residen (7.71).
En contraste, la población adulta tiende a calificar mejor su satisfacción con la vida familiar (9.05), su libertad para decidir (8.81), su vivienda (8.53), así como la actividad principal a la que se dedican (8.49). Todas estas dimensiones tienen una calificación mayor al promedio de satisfacción con la vida, quedando de manifiesto aquellos ámbitos que los adultos ponderan más al evaluar su situación en general.
Balance anímico
El balance anímico resulta de los estados emocionales positivos y negativos que recuerda haber experimentado la persona durante el día anterior a la entrevista. Se obtiene de restar a los estados anímicos positivos aquellos negativos, por lo tanto, el rango de esta variable toma un recorrido desde -10 a 10.
Dentro de esta escala, el promedio de balance anímico de la población adulta en México tiene un valor de 5.07. Las mujeres muestran en promedio menor balance anímico respecto a los hombres en todos los grupos de edad, la mayor brecha se observa entre hombres y mujeres de 30 a 44 años. Sin embargo, es entre las jóvenes de 18 a 29 años donde se presenta el menor valor en el indicador de balance anímico (4.51).
La brecha en el balance anímico entre hombres y mujeres también se observa en cada una de las entidades federativas. Colima, Sonora y Quintana Roo son las entidades cuya población adulta promedia mejores balances anímicos mientras que las poblaciones adultas de Oaxaca, Puebla y Tabasco presentan menores valoraciones en este indicador.
Al observar el promedio de los balances anímicos específicos, nuevamente resalta cómo las mujeres muestran menores valores que los hombres en cada rubro. El balance entre haberse sentido con energía o vitalidad en contraste con haberse sentido cansado o sin vitalidad es el indicador que presenta un menor puntaje: 4.24 en el total de adultos, 3.73 en las mujeres y 4.81 en los hombres; además es en este balance específico donde se observa la mayor brecha entre mujeres y hombres.
La EMBIARE presenta los resultados obtenidos para el conjunto de la población representada por la ENBIARE 2021, que corresponde a 84.4 millones de personas, 39.8 millones son hombres y 44.6 millones son mujeres, distribuidos en distintos grupos de edad.