La Iglesia Católica llevó a cabo en la Ciudad de México el Jubileo de la Juventud, encuentro en el que más de 6 mil jóvenes participaron teniendo un acercamiento espiritual con Cristo.
La Arquidiócesis Primada de México contó con invitados especiales como la agrupación musical Hakuna, el Padre Guilherme y Andrés O’Hagan, y la Santa Eucaristía la presidirá el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México.
En su editorial del semanario Desde la Fe, la Iglesia mexicana hace un llamado a la juventud del país: “Lo decimos fuerte y claro, sobre todo a ti, joven que estás cansado, que te sientes perdido, que no encuentras tu lugar: no estás solo. Dios te ama. Profunda, incondicional y eternamente”.
“No es una frase de calendario ni una idea bonita para una homilía. Es un grito urgente que necesita oírse en las escuelas, en las casas, en las calles, en las redes sociales, en los rincones de las ciudades y también en los vacíos del alma”, mencionan en el texto dominical.
En la editorial afirman que muchos jóvenes mexicanos “caminan con el corazón herido, con la mirada baja, con la esperanza fracturada”, situación que como sociedad no se debe permitir.
“Necesitamos tender puentes, no levantar muros. Escuchar más, juzgar menos. Abrazar sin condiciones. Aunque adultos y jóvenes hablemos idiomas diferentes, el amor en Cristo puede ser ese lenguaje común que lo une, lo entiende y lo repara todo”, mencionan.
La Iglesia Mexicana considera que este acompañamiento no solo debe ser de palabras, sino estar presente, no dar la espalda y dejar de temer las preguntas difíciles para ser comunidad.
En la jornada del sábado más de 6 mil jóvenes de distintas entidades del país llegaron a encontrarse con Dios y encontrarse entre ellos. Afirman que casi el 20 por ciento no formaban parte de una agrupación religiosa.
“Allí estuvieron. Y no buscando respuestas prefabricadas, sino sedientos de esperanza, de paz, de momentos de alegría, de consuelo, de sentido. Y fue hermoso ver que la encontraron. Que se sintieron parte. Que no estaban solos”, mencionó.
“Ese es el camino. No dejar a los jóvenes a la deriva. No condenarlos por lo que creemos que no entienden, sino caminar con ellos para descubrir juntos todo lo que pueden construir. La Iglesia no es un museo de perfectos, es un hospital de campaña, y los jóvenes son su fuerza, su impulso, su futuro y su presente”, puntualizaron.