En una entrevista con Yordi Rosado, María Antonieta de las Nieves, conocida mundialmente por su papel de La Chilindrina en ‘El Chavo del 8’, compartió un testimonio conmovedor que ha despertado nuevas emociones entre los seguidores de la serie: intentó hablar con Roberto Gómez Bolaños poco antes de su muerte, pero nunca le permitieron hacerlo. La actriz responsabiliza indirectamente a Florinda Meza de haber bloqueado ese último contacto, algo que, según contó, tuvo incluso consecuencias en su salud.
Según relató De las Nieves, el reencuentro ocurrió en un aeropuerto, años después de que Chespirito se hubiera opuesto al lanzamiento de una serie centrada en el personaje de La Chilindrina. A pesar de esa diferencia, el momento fue cálido. De las Nieves y Gómez Bolaños se saludaron con un abrazo fraterno que ella habría interpretado como sincero y lleno de cariño.
Durante ese breve encuentro, la actriz aprovechó para preguntarle directamente;
“¿Por qué nos distanciamos si nos queremos tanto?”.
Roberto Gómez Bolaños le respondió dándole su nuevo número telefónico, pero no se lo dictó directamente. En lugar de eso, le pidió a Florinda Meza que se lo diera.
“Me lo dio, a los varios días le hablé por teléfono y pues hasta ahí, no me dejaron, qué te puedo decir…”
El hecho de no haber podido retomar contacto con quien fue su compañero por más de dos décadas no solo la decepcionó, sino que le provocó una crisis emocional profunda. Así lo narró en la misma entrevista:
María Antonieta asegura que nunca logró hablar con él. Cree que Chespirito ni siquiera supo que ella lo había llamado:
“Eso tal vez Chespirito ni lo sabía, nunca me dejaron volver a hablar con él”.
“Me sentía derrotada, tanto así que fui a Médica Sur con un pre infarto”.
La actriz explicó que el distanciamiento definitivo con Chespirito ocurrió poco después de que dejara de trabajar en sus producciones, y que desde entonces su relación con Florinda Meza fue, en sus palabras, “nula”.
A diferencia de otros compañeros de reparto, De las Nieves no ha sido tan vocal en sus críticas hacia Meza, pero ha dejado claro en múltiples ocasiones que nunca fueron amigas reales, y que la distancia entre ambas fue creciendo con el tiempo. En esta ocasión, su testimonio deja entrever que el último obstáculo para una reconciliación con Gómez Bolaños no fue él, sino las personas que lo rodeaban.
