En voz alta
¡El velero ya zarpó! Pero antes de subirme le quiero contar algo. Cuando el muy querido equipo de Plano Informativo me propuso la realización de una columna, la oportunidad significó una puerta abierta tanto para lo que deseaba compartir, como para lo que necesitaba entender en mi mundo personal. Así, hemos vivido juntos la aventura de estos textos que han llegado a usted, querido lector.
Confieso que batallé mucho en dar una respuesta a Plano sobre cuál sería el título que llevaría mi sección. Tenía el encabezado listo de mi primer texto ("El arte de desear"), pero el nombre para lo que englobaría los trabajos que vendrían después nomás no llegaba a mí. Fue entonces cuando envié a una muy querida amiga un avanzado borrador de mi primera columna. Junto a dicho texto, le compartí una explicación del proceso que llevé para construirlo, detallando que "lo tengo que leer en voz alta para comprobar que funciona no nada más para el ojo, sino para el oído. Tiene que tener sentido al escucharlo". Y en su respuesta, mi amiga me dijo: En Voz Alta. Ese es buen título para tu sección de columnista.
Cada texto que he tenido la fortuna, el privilegio, la suerte y, también, la osadía demasiado atrevida de publicar, más como un actor que escribe que como escritor per se, ha nacido, sido desarrollado y puesto en las manos del lector de forma distinta. Uno por uno, han llevado su propio proceso de creación. La semilla de la idea es única; y el motivo y la detonación suceden por distintos medios, en diferentes tiempos y lugares. Uno nunca sabe de dónde saltará la liebre. Y yo nunca he sabido por dónde llegarán las columnas. A veces, me han agarrado en los lugares menos esperados. Así que, estuviera donde estuviera, corría a escribir las ideas que llegaban a mí para la construcción semanal.
Mi trabajo como actor, especialmente en el teatro, conlleva traer una carta que entrego personalmente a las manos de mis compañeros de escena y al público. Como actor que escribe, contruyo la misma carta, con la misma materia prima, pero esta vez con la diferencia de ponerla en una botella y lanzarla al mar... ¡y a ver quién la encuentra! Por lo tanto, además de ser un trabajo mucho más solitario, nunca supe cuándo abría usted mis textos, qué sentía y si alguna de las ideas resonaba en su interior. Aclaro aquí que sucedieron muchas excepciones maravillosas en que recibí mensajes con las opiniones de los lectores, lo cual no tiene precio para el trabajo que uno realiza. ¡Muchas gracias por ello!
Hoy estoy culminando una primera temporada de columnas. Y espero regresar muy, muy pronto. Quiero agradecer muy, muy profundamente al equipo de Plano Informativo, a Ana Martin, a mi familia, a mis amigos y a mi pareja por su apoyo para que las palabras aquí puestas a lo largo de 16 columnas tuvieran cause, orden y un poquito más de actitud de escritor y no nomás de actor. Me embarco así en una nueva aventura, cuyo velero ya zarpó y voy corriendo a treparme en él.
Pero con muy especial cariño le agradezco a usted, querido lector, por haberme acompañado durante estas semanas de publicaciones. Le prometo regresar para una siguiente temporada de textos donde podamos encontrarnos. Gracias por su tiempo, su atención y su presencia al abrir mis columnas.
Ubuntu es una palabra del africano antiguo que significa "Yo soy porque tú eres. Yo soy por lo que todos somos". Yo he escrito porque usted me ha permitido ser leído. El término ubuntu abarca la compasión y la humanidad para otros. Somos en comunidad, y el proyecto que ahora comienzo pretende ser una experiencia comunitaria, más que artística... que al final, en mi opinión, deberían ser lo mismo. Como comunidad, y en la individualidad, todos hemos necesitado ayuda y yo he ido aprendiendo a pedirla. "Las cosas extraordinarias"pretende abrir la conversación sobre nuestra salud mental y lo importante de pedir ayuda en un mundo que está confundiéndonos cada día más. Regresaré a contarle más sobre este próximo proyecto.
Hay letras que, juntas, forman palabras mágicas. Me refiero a esos vocablos que abren puertas a universos desconocidos, fantásticos, sutiles y envolventes. Ahí entra ubuntu, que ya está escrita en las páginas de mi diario. ¡Gracias, querido lector, y nos vemos muy pronto!
Le dejo una recomendación musical para su fin de semana: la canción "I Am... I Said", canción deNeil Diamond.