Consideró que será necesario que las economías locales adopten esquemas de trabajo que participan de manera más intensiva en la cadena productiva
Para estados clave de la frontera mexicana con Estados Unidos, los cambios propuestos en materia arancelaria y replanteamiento del comercio con China obliga a que a nivel local se hagan ajustes para dinamizar el intercambio en la cadena de suministros.
Antonio Moreno, secretario de Hacienda de Baja California, consideró que será necesario que las economías locales adopten esquemas de trabajo que participan de manera más intensiva en la cadena productiva, especialmente en estados que ya cuentan con inversión estadounidense.
"Estamos convencidos que un planteamiento de fondo del Gobierno americano tiene que ver con la intención de disminuir el componente de inversión china en los productos que llegan a Estados Unidos a través de Baja California.
"En ese sentido, la oportunidad se da con la intención de buscar mecanismos que permitan la mayor participación de la proveeduría local de esas pequeñas, medianas e intermedias (empresas) que tengan capacidad de crecer, de prepararse para participar con mayor intensidad en la cadena de suministros", expresó recientemente.
Al rededor del 65 por ciento de las empresas estadounidenses con inversiones en Asia están buscando reubicarse en América, por lo que los estados fronterizos tienen mayor oportunidad, en tanto se mejoren los perfiles de las empresas proveedoras locales.
De acuerdo con los últimos datos publicados por el Inegi, en el primer trimestre de este año, los estados de Chihuahua y Coahuila, encabezaron las exportaciones, con una participación de 16 y 12 por ciento, respectivamente, en el total de los envíos mexicanos al extranjero.
En contraste, casos como Quintana Roo prácticamente no tuvo participación en las exportaciones mexicanas, mientras que casos como Nayarit y Baja California Sur, sólo aportaron 0.1 por ciento del total nacional.
Por ello, para el funcionario de Baja California es necesario trabajar en tres ejes, por un lado que el Estado dicte las directrices de la política industrial, la academia desarrolle programas específicos demandados por las empresas y el sector industrial se sume a las necesidades de las empresas.
Sin embargo, en la zona fronteriza también existen retos claros que deben ser atendidos, como el hecho de compartir agua en ambos lados de la frontera de los mismos sistemas, los cuales ya están en situación de estrés.
"Hemos tenido que buscar alternativas que nos permitan darle permanencia y seguridad a todo el estado.
"En términos del componente geopolítico del tratado (de aguas) que tenemos con los americanos, que data desde 1944, no vemos riesgos", detalló Moreno.