El verano es sinónimo de sol, playa y piscina… pero también de hongos, bacterias y virus que acechan en el suelo de piscinas, duchas, vestuarios y baños públicos. Así lo advierte el Colexio Oficial de Podólogos de Galicia (COPOGA), que ha lanzado una campaña informativa para frenar el avance silencioso de estas infecciones frecuentes en los pies durante los meses de calor.
Desde el COPOGA, recuerdan que el calor y la humedad de los meses de verano crean un ambiente ideal para que los microorganismos, como los hongos, prosperen en tus pies.
Infecciones más comunes en los pies en verano
Aunque no lo parezca, caminar descalzo puede convertirse en un billete directo al contagio de lo que los podólogos califican como “las enfermedades del verano para los pies”, que incluyen hongos, virus y bacterias.
Las infecciones más comunes son:
Pie de atleta: es la infección más común en verano. Se presenta como una erupción rojiza, con picor y descamación, que afecta sobre todo entre los dedos. Además, tiene un prevalencia muy alta debido a las condiciones cálidas y húmedas de estos meses que favorecen su crecimiento.
Onicomicosis: un hongo que invade las uñas, volviéndolas gruesas, quebradizas y decoloradas.
Verrugas plantares: causadas por el virus del papiloma humano (VPH), se introducen a través de pequeñas grietas y generan molestias al caminar.
Infecciones bacterianas: menos visibles, pero igualmente peligrosas, suelen aparecer cuando la piel está agrietada o herida, permitiendo que las bacterias entren y causen una infección.
Pequeños gestos, grandes barreras
Frente a estos enemigos invisibles, los especialistas recomiendan medidas sencillas pero eficaces en el verano:
Usar chanclas en todo espacio público húmedo.
Lavar y secar los pies cuidadosamente, sobre todo entre los dedos.
No compartir toallas, calzado ni utensilios personales como cortaúñas.
Ventilar el calzado y utilizar calcetines de algodón, que ayudan a mantener el pie seco.
La clave está en la prevención. Porque los pies son los primeros en enfrentarse al terreno. Y, en verano, el terreno no siempre está limpio.
Ante cualquier molestia, desde COPOGA señalan que lo más recomendable es acudir a las consulta de podología. Los especialistas pueden detectar a tiempo posibles infecciones y recomendar el tratamiento más adecuado, como cremas o productos para eliminar hongos y bacterias.