San Luis Potosí, SLP.- En San Luis Potosí, el sistema de salud pública atraviesa una crisis silenciosa pero alarmante. Más de 90 quejas oficiales han sido presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), revelando un patrón sistemático de negligencia, omisiones y trato indigno en la atención médica.
El IMSS encabeza la lista con 87 expedientes registrados por presuntas violaciones a los derechos humanos. La mayoría se relaciona con trámites médicos deficientes (34 casos), omisión de atención médica (33) y falta de medicamentos (9). Además, se documentaron casos por negligencia médica, negativa a hospitalización y omisiones que afectan a personas con discapacidad.
También se reportaron fallas graves en la infraestructura, así como acciones que contravienen los principios de legalidad, imparcialidad y eficacia en el servicio público. En al menos cuatro casos, se registró dilatación injustificada en los procedimientos administrativos, lo que en contextos médicos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
El ISSSTE tampoco está exento de señalamientos. La CNDH registra nueve expedientes en su contra, en su mayoría por omitir el suministro de medicamentos, deficiencias en trámites médicos y dilatación en procedimientos administrativos. También se identificaron fallas estructurales y una queja por discriminación laboral, por no proporcionar igualdad de condiciones en el trabajo.
Frente al colapso institucional, muchos pacientes han optado por interponer amparos judiciales para exigir la atención médica que les corresponde. En San Luis Potosí, se han presentado múltiples casos contra el IMSS por incumplimiento de resoluciones judiciales que ordenaban la atención médica inmediata.
“Ni siquiera con un amparo en mano te atienden”, denunció una paciente que recurrió a la vía legal para recibir tratamiento urgente. Las quejas van desde falta de especialistas y medicamentos hasta condiciones inhumanas en hospitales y clínicas.
Los expedientes acumulados evidencian un deterioro preocupante del sistema de salud pública en la entidad. La omisión de servicios, la negligencia y la falta de insumos básicos violan no sólo derechos constitucionales, sino también la dignidad de miles de personas que dependen de estas instituciones.
Mientras los números crecen, las respuestas oficiales escasean. La crisis en el IMSS y el ISSSTE no sólo es administrativa, es también profundamente humana.