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Compra Swift pulsera inflable de 42 metros de su gira por 13 mil dólares

Agencia Reforma | 01/07/2025 | 10:55

Taylor Swift no solo se lleva recuerdos de cada ciudad que visita durante su gira The Eras Tour, también se lleva arte.
 
 La cantante, de 35 años, desembolsó 13 mil dólares para adquirir una pulsera de la amistad inflable de más de 42 metros que adornó el Estadio Caesars Superdome de Nueva Orleans durante sus conciertos con entradas agotadas en octubre de 2024.
 
 La enorme instalación, que colgaba de la fachada del estadio y deletreaba "Taylor Swift The Eras Tour", fue creada por el artista de Miami Shawn Kolodny, especializado en esculturas inflables. Cada "grano" de la pieza, hecha de nailon, mide cerca de dos metros de alto.
 
 El proyecto fue idea de Abby Jones, directora de ventas y marketing de ASM New Orleans, quien lo propuso apenas un mes antes de las presentaciones de Swift. Tras recibir el visto bueno del equipo de la artista, Jones contactó a Kolodny, quien creó la instalación desde su estudio Big Shiny Balls.
 
 La transacción fue realizada a través de Firefly Entertainment Inc., la empresa de servicios personales de Swift, que se encargará de recoger, enviar y entregar la pieza. Según medios locales, la compra será formalmente aprobada por el Estadio de Luisiana y el Distrito de Exposiciones esta semana.
 
 Las pulseras de la amistad se han convertido en un símbolo clave de la gira y de la conexión de la artista con sus fans. Inspirados por la letra de "You're On Your Own, Kid" -tema incluido en su álbum Midnights- los swifties comenzaron a fabricar y regalar estas pulseras durante los conciertos.
 
 Swift no ha sido ajena al fenómeno: ella misma ha usado versiones más lujosas, incluyendo una pulsera de oro con las letras "TNT" que su pareja, el jugador de la NFL Travis Kelce, le regaló en Navidad.
 
 El detalle hace referencia a sus iniciales (Travis y Taylor) y a un romántico gesto previo: en julio de 2023, Kelce intentó regalarle una pulsera con su número antes de un show en Kansas City. Aunque no logró entregarla en ese momento, fue el inicio de su historia de amor.
 
 Ahora, con la adquisición de esta gigantesca pulsera inflable, Taylor Swift preserva una parte tangible del fenómeno cultural que ha generado su gira y reafirma el valor simbólico de estos pequeños -y ahora enormes- recuerdos.