Desde su estreno el 27 de junio, la tercera temporada de El juego del calamar ha desatado una ola de reacciones en redes y medios. La serie surcoreana, que en 2021 redefinió la televisión global, volvió con una entrega intensa y provocadora. Pero esta vez, más allá de su trama cargada de tensión, lo que ha llamado la atención del público es una escena final que podría cambiar el rumbo de la franquicia.
Sin emitir palabra, la aparición de la actriz Cate Blanchett en una secuencia ambientada en Los Ángeles ha avivado las teorías sobre la expansión internacional de los juegos mortales. La oscarizada actriz interpreta a una misteriosa figura que parece replicar el método de reclutamiento con un guiño al personaje de Gong Yoo en la primera temporada. Esta escena, aunque breve, plantea una pregunta clave: ¿los juegos saldrán de Corea del Sur?
Desde 2023 circulan rumores sobre una versión estadounidense de Squid Game, y fuentes especializadas como Comic Book Resources vinculan el proyecto al cineasta David Fincher. Según se reporta, el director estaría trabajando en un spin-off junto al guionista Dennis Kelly (Utopia), en una adaptación que respetaría el universo original pero lo expandiría en otro contexto sociocultural.
Aunque Netflix no ha confirmado oficialmente este desarrollo, su colaboración previa con Fincher en títulos como Mindhunter o El asesino refuerza la posibilidad. De acuerdo con el portal World of Reel, el rodaje del proyecto podría comenzar a finales de 2025, una vez Fincher concluya su filme The Adventures of Cliff Booth.
El spin-off no solo cambiaría de escenario geográfico, sino también de referencias culturales: juegos infantiles occidentales, desigualdades sociales distintas y nuevos dilemas éticos. Sería, según filtraciones, una exploración más profunda de la mitología creada por Hwang Dong-hyuk, creador de la serie original.
Mientras tanto, la tercera temporada sigue acumulando visualizaciones. Protagonizada por Lee Jung-jae, Lee Byung-hun y Wi Ha-joon, entre otros, la historia continúa explorando los dilemas morales, la violencia estructural y el valor de la humanidad en contextos extremos. Sin necesidad de spoilers, es claro que El juego del calamar no ha dicho su última palabra.