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Inteligencia artificial: 24 años después; de la ficción a la realidad actual

Plano Informativo | 27/06/2025 | 21:01

Hace 24 años, Steven Spielberg estrenó Inteligencia Artificial (A.I. Artificial Intelligence, 2001), una obra visionaria que abordó temas como la conciencia, el amor y la pérdida desde la perspectiva de un niño robot. Basada en una idea original de Stanley Kubrick, la película narraba la historia de David, un androide programado para amar, que emprende una odisea emocional para convertirse en un “niño real” y así ganarse el amor de su madre humana adoptiva. Aunque fue un éxito moderado en taquilla, la cinta se convirtió en una pieza clave dentro de la ciencia ficción contemporánea.

En ese entonces, la inteligencia artificial era vista como un concepto lejano y especulativo. Sin embargo, dos décadas después, la IA ha dejado de ser una ficción para convertirse en una herramienta omnipresente en la vida moderna. En la actualidad, algoritmos avanzados como GPT-4 de OpenAI —lanzado en 2023— o DALL·E han transformado industrias como el cine, la música, la medicina y el diseño. Hoy, la IA puede escribir guiones, componer canciones, generar imágenes hiperrealistas, notas informativas (como ésta que lees) e incluso simular voces humanas, generando tanto entusiasmo como preocupación en el ámbito creativo.

Durante la reciente inauguración del Steven Spielberg Theater en los terrenos de Universal Studios, el director aprovechó para expresar su postura frente al uso de estas tecnologías en el arte: “No quiero que la IA tome decisiones creativas que yo no pueda tomar... no quiero utilizarla como un colaborador no humano para elaborar mi pensamiento creativo”, afirmó en entrevista con Reuters. “He trazado una línea en la arena, no una muralla, pero por ahora, prefiero no involucrarla en mis decisiones creativas”, añadió.

Spielberg recordó con humor sus inicios en Universal, cuando en 1967 se escondió en un baño durante una visita escolar para explorar los estudios por su cuenta: “Entonces tuve todo el lugar para mí ese día”, contó.

Refiriéndose a Inteligencia Artificial, el cineasta subrayó que el corazón de la película no era la tecnología en sí, sino la pregunta esencial: “¿Puede una madre amar a un hijo robot?” Y aunque admite que la convergencia entre IA y robótica es inevitable, también advierte que su uso debe estar guiado por principios éticos: “Puede ser una gran herramienta si se usa de forma responsable y moral, por ejemplo, para curar el cáncer o enfermedades”.

A 24 años de su estreno, Inteligencia Artificial sigue siendo una reflexión profunda sobre lo que nos hace humanos, en un mundo donde las máquinas ya no solo imitan la inteligencia, sino que ahora participan activamente en la construcción del futuro.