La azoospermia es una alteración de la fertilidad masculina por la ausencia de espermatozoides en la eyaculación. La azoospermia puede ser resultado de diversos factores que afectan la producción, transporte o maduración de los espermatozoides.
Tipos de azoospermia
Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), existen dos grandes tipos de azoospermia, definidos por su causa:
Azoospermia obstructiva: Se produce cuando hay una obstrucción en los conductos que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. Esta obstrucción puede localizarse en el epidídimo, los conductos deferentes o la uretra.
Azoospermia no obstructiva: Se debe a una alteración en la producción de espermatozoides en los testículos. Las causas más frecuentes incluyen anomalías genéticas, disfunción testicular primaria o trastornos hormonales.
Causas frecuentes de la azoospermia
La CUN identifica que las causas de esta alteración se agrupan en tres categorías, según el momento del proceso reproductivo en que se produce la alteración:
Pretesticulares: Problemas hormonales que interfieren con la producción espermática.
Testiculares: Alteraciones propias del tejido testicular, como varicocele, orquitis, criptorquidia o daño testicular por quimioterapia o radiación.
Postesticulares: Obstrucciones o malformaciones anatómicas que impiden la salida de espermatozoides. Ejemplos: vasectomía previa, quistes del conducto eyaculador, fibrosis quística congénita.
Tratamiento de la azoospermia
El tratamiento dependerá de la causa identificada:
Terapia hormonal: En casos de origen pretesticular, se utilizan gonadotropinas o testosterona para estimular la espermatogénesis.
Intervención quirúrgica: Reparación de obstrucciones, reversión de vasectomía o reconstrucción de conductos deferentes.
Técnicas de reproducción asistida: Como la extracción de espermatozoides mediante biopsia testicular y su uso en fecundación in vitro (FIV) o microinyección espermática (ICSI).
Corrección del varicocele: En determinados casos, su tratamiento puede mejorar la producción espermática.
Impacto psicológico y social
El diagnóstico de azoospermia puede afectar de forma significativa la salud emocional del paciente. Según la CUN, es frecuente que surja:
Ansiedad y síntomas depresivos
Baja autoestima
Estrés en la relación de pareja
El acompañamiento psicológico debe formar parte integral del abordaje clínico.
Prevención y autocuidado
Aunque no siempre se puede prevenir, la Clínica Universidad de Navarra (CUN) asegura que existen medidas que pueden reducir el riesgo de azoospermia:
Evitar exposición prolongada a radiación o productos tóxicos.
Tratar infecciones genitales de forma precoz.
Realizar controles urológicos regulares.
Consultar al especialista en caso de antecedentes familiares.