Entre tumbas y árboles, el cineasta Tim Burton ofreció una master class en la capilla del Lote de Panaderos del Panteón Civil de Dolores, en la Ciudad de México, compartiendo parte de la creatividad detrás de las sombras poéticas y fantasía lúgubre que caracterizan a su cine.
El director de clásicos como El Joven Manos de Tijera y Beetlejuice hizo su entrada recorriendo un pasillo iluminado con velas a los costados y luego caminó alrededor de la glorieta de la capilla, después de visitar lugares como Tepoztlán y Xochimilco.
"Podríamos tener algo espiritual aquí. Me encanta venir a la Ciudad de México porque hay una gran sensación. Como dije, crecí en Los Ángeles, donde hay un Día de Muertos y la cultura mexicana, sus personajes y demás me impactaron mucho", comentó Burton. "Realmente sentí que el arte y la creatividad son inspiradores aquí".
Durante su charla, Burton recordó cómo desde niño sintió afinidad con la visión mexicana de la muerte.
"En Estados Unidos la muerte es algo muy rígido, no se habla de eso, tiene una connotación un tanto oscura", compartió.
La capilla, pintada de blanco con amarillo e iluminada con luces rojas, albergó la charla moderada por la locutora Gaby Cam, quien planteó preguntas seleccionadas por medios y fans. Durante la master class comenzó a llover, y cuando Gaby le preguntó si quería continuar, Burton sonrió y dijo que la lluvia era refrescante.
El tiempo pareció detenerse entre los muros silenciosos del panteón, y ahí, rodeado de lápidas centenarias, el cineasta, de 66 años, compartió cómo su introversión lo llevó a expresarse a través del arte.
"No hablaba mucho, así que estaba muy encerrado en mí mismo la mayor parte del tiempo. Hacer películas me ayudó, porque tenía que aprender a hablar con la gente", confesó.
La sesión sirvió como preámbulo a la inauguración de su exposición inmersiva "El Laberinto", que abrirá el 26 de junio en el Casino del Bosque de la CDMX. Esta muestra, que ha recorrido ciudades como Madrid, París, Barcelona, Bruselas y Milán, es un recorrido onírico por su mente creativa, donde se desdibujan los límites entre la realidad y la fantasía.
La master class se realizó a unos pasos de la Rotonda de las Personas Ilustres, donde descansan figuras como Dolores del Río, Sor Juana Inés de la Cruz, Agustín Lara, Siqueiros, Orozco y Diego Rivera.
Al finalizar, una fan le regaló un muñeco hecho a mano. Tim Burton se levantó, la abrazó y luego permaneció en el lugar firmando autógrafos y tomándose fotos con los asistentes.