El coordinador parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, José Elías Lixa, expresó un firme rechazo a la nueva Ley de la Guardia Nacional promovida por el oficialismo, al considerar que representa un grave retroceso para la democracia y el Estado de derecho en México.
Lixa advirtió que la reforma busca consolidar una estructura militar paralela que usurpa funciones civiles, centraliza el poder, elimina contrapesos institucionales y vulnera derechos fundamentales como la privacidad, el debido proceso y la rendición de cuentas.
Uno de los aspectos más preocupantes, según el legislador panista, es que se otorgan facultades directas a la Guardia Nacional —ahora bajo control del Ejército— para acceder a datos personales, geolocalización e información de los ciudadanos sin control judicial efectivo. “Están institucionalizando el espionaje en tiempo real y reincorporando figuras como las operaciones encubiertas, que ya habían sido declaradas inconstitucionales por la Corte”, subrayó.
Lixa también denunció que la Guardia Nacional, presentada inicialmente como una corporación civil, ha sido convertida en una fuerza militar. “Morena y sus aliados desenmascaran su intención: vestir con uniforme castrense a una institución que, por mandato constitucional, debería ser civil”, dijo.
Asimismo, alertó sobre la opacidad en el uso de recursos públicos, ya que todo lo que construye el Ejército se clasifica como seguridad nacional, evitando la fiscalización. “Ahora, ese blindaje se extenderá aún más bajo el paraguas de la Guardia Nacional”, remarcó.
Finalmente, Lixa señaló que la militarización ya tuvo una expresión alarmante durante la jornada electoral reciente, con presencia militar en instituciones como el INE. “Una democracia no debe permitir que se cruce esa línea”, afirmó, advirtiendo que el diseño institucional de la reforma es “una trampa de impunidad”.