Reforma | 22/06/2025 | 12:33
Pese a que los ciudadanos de Venecia han estado protestando casi a diario por la próxima boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en la localidad, el multimillonario y su prometida han trabajado desde hace meses por ayudar a la ciudad italiana.
De acuerdo con un nuevo reporte del portal Page Six, una fuente cercana al enlace, que se realizará el próximo viernes, asegura que la pareja ha realizado varias donaciones privadas a instituciones venecianas desde mediados de abril.
Además de su dinero, Bezos y Sánchez le pidieron a sus invitados, entre los que figuran varias estrellas de Hollywood como Barbra Streisand y Leonardo DiCaprio, que hagan donaciones en su nombre como una especie de regalo de bodas.
"En lugar de regalos, la pareja haría contribuciones en honor a los asistentes para que Venecia siga inspirando asombro a las generaciones venideras", señalaron las fuentes anónimas al diario.
Este paso filantrópico contrasta con la indignación de los residentes de Venecia ante la boda, pues aseguran que traerá varios problemas e incomodidades a la ciudad, que de por sí se ha visto abatida por un turismo excesivo y supuestamente irrespetuoso.
El enlace, que se extenderá por tres días, se espera que se realice en Koru, un enorme yate de 500 millones de dólares propiedad de Bezos, para después pasar a la isla de San Giorgio y la Scuola Grande della Misericordia, todo en Venecia.
Los locales no están contentos con que el yate arribe a su puerto, ya que las embarcaciones de este tipo aparentemente están prohibidas. Aún así, Bezos y Sánchez quieren devolver lo más que puedan a Venecia.
Según la agencia de noticias AP, el empresario y la periodista están adquiriendo poco más del 80 por ciento de los insumos para su boda con proveedores locales. Incluso comprarán su pastel con Rosa Salva, la pastelera más longeva de la ciudad.
La gente se ha estado manifestando casi a diario con pancartas de "No hay espacio para Bezos", y se ha estado reuniendo para bloquear canales y calles el día de la boda para impedir el avance de la logística.
"No protestamos contra la boda en sí, sino contra una visión de Venecia como una ciudad a la que la gente viene y consume", señaló la activista Marta Sottoriva al medio EuroNews.