Si estás buscando un destino dentro de México que combine cultura, gastronomía, historia y belleza visual, Oaxaca de Juárez tiene TODO eso… y más. Esta ciudad colonial, capital del estado de Oaxaca, es una de las joyas más ricas en tradiciones vivas y sabores únicos.
Ideal para una escapada de 3 a 5 días, ya sea en pareja, con amigos o incluso para viajar solo y llenarte de energía mexicana.
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¿Por qué visitar Oaxaca?
Oaxaca no solo se visita, se vive. Caminar por su centro histórico es como estar en un museo al aire libre, con casonas coloridas, iglesias barrocas y mercados que despiertan todos los sentidos.
Lo imperdible:
Templo de Santo Domingo, joya arquitectónica del barroco novohispano.
Monte Albán, zona arqueológica zapoteca con vistas increíbles del valle.
Calles del centro, llenas de arte urbano, galerías, textiles y alebrijes.
Museo de las Culturas de Oaxaca, para entender su historia indígena.
Mercado Benito Juárez y 20 de Noviembre, para perderte entre sabores, olores y artesanías.
Además, si vas en julio, puedes vivir la Guelaguetza, una fiesta llena de danza, música y orgullo oaxaqueño.
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Comida típica imperdible:
Oaxaca es considerada una de las capitales gastronómicas de México. Algunos imperdibles:
Tlayudas: la “pizza mexicana” con asiento, tasajo, quesillo y más.
Mole negro: el rey de los moles, con más de 30 ingredientes.
Memelas, enfrijoladas, tamales oaxaqueños y chapulines (sí, insectos ricos).
Chocolate oaxaqueño y pan de yema, perfectos para desayunar.
Y claro, no puede faltar el mezcal artesanal, directo de palenque.
Comer bien en Oaxaca es fácil: puedes desayunar desde $50 MXN, y un buen almuerzo te cuesta entre $80 y $150 MXN.
¿Cuánto cuesta el viaje?
Plano-Tip: Muchos sitios históricos y museos son gratis los domingos para mexicanos. Y si caminas por el centro, verás que lo mejor de Oaxaca no cuesta nada.
¿Qué llevar?
Ropa ligera para el día, chamarra ligera para la noche.
Zapatos cómodos para caminar mucho.
Dinero en efectivo (algunos puestos no aceptan tarjeta).
Espacio en la maleta… porque querrás llevar quesillo, mole y alebrijes de regreso.
¿Cuándo ir?
Octubre a abril: clima fresco, seco y ideal para caminar.
Julio: para vivir la Guelaguetza.
Finales de octubre: el Día de Muertos en Oaxaca es inolvidable.
Oaxaca es un viaje al alma de México
No es solo turismo: es arte, herencia indígena, gastronomía ancestral y hospitalidad pura. Oaxaca te deja con el corazón contento, la panza llena y los ojos brillando de tanto color.
Perfecto para quien quiere redescubrir lo que significa ser mexicano… o para enamorarse de México por primera vez.
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