Meghan Markle, Duquesa de Sussex, reveló esta semana los desafíos a los que se enfrentó al inicio de su carrera debido a su "raza mestiza", algo que, de acuerdo con ella, le dificultó conseguir papeles como actriz.
La esposa del Príncipe Enrique compartió estas reflexiones durante una conversación con la empresaria Emma Grede en su podcast Aspire, donde habló sobre sus difíciles pininos en Hollywood.
"Cuando hacía audiciones como actriz, mucho antes de Suits, hay que pensar que en aquella época no había muchos papeles de personas de diferentes razas", recordó Markle.
"No había muchos. Si me presentaba a una audición -hay que recordar que era una época muy diferente a la actual- era para la 'chica de al lado'. Esa solía ser rubia, de ojos azules y con cierta apariencia. Pero como soy mitad blanca, también me presentaba para esos papeles, y si se trataba de un personaje con algún tipo de etnia, siempre había un problema especial con esos roles".
Meghan, cuya madre, Doria Ragland, es negra, y su padre, Thomas Markle, es blanco, dijo que estas experiencias fueron golpeando poco a poco su confianza en sí misma.
Posteriormente logró superar esta barrera, en especial hasta que consiguió en 2011 uno de los protagónicos de la serie Suits, que finalmente la lanzó al estrellato.
Poco antes de esta oportunidad, Meghan apareció en varios programas de televisión y películas, incluidos CSI: Miami y Fringe, y cintas como Get Him to the Greek, Remember Me y Horrible Bosses.
