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Ante el intenso calor, tu piel necesita reforzar su cuidado

EFE | 17/06/2025 | 14:59

El fin de la primavera está siendo uno de los más cálidos, con temperaturas medias superiores a lo habitual. La intensa exposición solar, junto con el aumento rápido y sostenido del calor generan un fenómeno conocido como estrés térmico, que afecta directamente a la piel, el órgano más expuesto del cuerpo humano. 
 
Según los expertos de Cigna Healthcare, el estrés térmico puede provocar deshidratación, sequedad y alterar el microbioma cutáneo (el ecosistema de microorganismos que mantiene la piel saludable).
 
Además, hace que aumente el riesgo de afecciones como sarpullidos o eccemas y causar brotes de dermatitis atópica y rosácea. 
 
La exposición a temperaturas altas y al sol de forma persistente provoca el deterioro del colágeno y favorece el envejecimiento prematuro. 
 
“Fortalecer los hábitos de cuidado de nuestra piel es fundamental para proteger su función de barrera, mantener la hidratación y evitar daños a largo plazo”, explica la doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España. 
 
“Esto requiere -añade- una rutina consistente que incluya hidratación y protección solar diaria con cremas factor SPF 50. Adicionalmente, la limpieza se vuelve indispensable. Para esto debemos utilizar productos adaptados a nuestro tipo de piel. Esto nos ayudará a evitar irritación y a preservar nuestro microbioma”. 
 
Hábitos de cuidado de la piel durante el calor
 
Los expertos de Cigna Healthcare señalan algunos de los principales hábitos a fortalecer para mantener el cuidado de la piel durante las olas de calor.
 
Apostar por productos que fortalezcan la piel frente al estrés ambiental. Ingredientes como la niacinamida fortalecen la barrera cutánea y reducen la inflamación. Asimismo, el ácido hialurónico aporta hidratación profunda. Los antioxidantes como la vitamina C, retrasan el envejecimiento prematuro y mejoran la salud de la piel. 
Potenciar la limpieza suave que preserve el microbioma cutáneo. El calor y la sudoración pueden alterarlo, por lo que es fundamental utilizar limpiadores suaves con PH neutro.
Adaptar la dieta a las condiciones de calor extremo. Los expertos recomiendan incluir en la alimentación ingredientes con efecto antiinflamatorio e hidratación profunda, como el té verde frío, el aloe vera natural o las semillas de chía hidratadas. También se recomienda reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, sal y azúcares.
 
Incluir en la dieta micronutrientes que refuercen la defensa cutánea desde dentro. El magnesio (presente en frutos secos y legumbres), el zinc o el selenio (en semillas y cereales integrales) fortalecen la función de la barrera de la piel y favorecen su regeneración. 
Plantear cuidados específicos para el entorno urbano. La combinación de las altas temperaturas con la contaminación ambiental puede acelerar el envejecimiento y la inflamación cutánea. Por eso, se recomienda incluir antioxidantes tópicos y realizar limpiezas que eliminen partículas contaminantes.