El golpe de calor puede venir derivado de un sobrecalentamiento corporal, ocasionado por la pérdida de agua y sales minerales debido a la exposición a altas temperaturas. Para prevenirlo, los pediatras de la AEP nos ofrecen una guía sobre verdades y mitos.
Verdades sobre los golpes de calor en menores
En un coche cerrado, la temperatura aumenta exponencialmente en poco tiempo. Con una temperatura ambiente de 39ºC, algunas zonas del interior del coche pueden alcanzar los 70ºC. Y con una temperatura ambiente de 29ºC, la temperatura interior del vehículo aumenta casi 20ºC en los primeros 45 minutos.
La temperatura de los niños sube más rápidamente que la de los adultos, especialmente en menores de 4 años, y en particular en menores de 1 año, debido a su menor reserva de agua, menor capacidad de sudoración y un sistema respiratorio aún inmaduro.
Los síntomas pueden ser variados y de distinta gravedad: mareos, vómitos, elevación de la temperatura corporal por encima de los 40ºC, dolor de cabeza, aumento de las pulsaciones… En casos más graves se pueden producir desmayos y pérdida de conciencia.
Leche materna y agua a sorbitos en los más pequeños, sobre todo en los días de altas temperaturas, para garantizar una correcta hidratación. El agua puede introducirse en pequeñas cantidades a partir de los 6 meses.
Para los niños de entre 6 y 12 años, mucha agua. La cantidad recomendada es de entre 750 mililitros a 2 litros de agua diaria.
Mitos sobre los golpes de calor en menores
A la sombra no hay peligro. El golpe de calor se produce por el aumento de temperatura corporal, que no necesariamente implica la exposición solar.
Cualquier hora es buena para practicar ejercicio. Es recomendable evitar hacer ejercicio durante las horas centrales del día.
Con mucha crema solar es suficiente. Además de crema solar hay que proteger a los niños con ropa ligera y de colores claros, refrescarlos con agua fresca y usar sombrero o gorra y gafas de sol a partir de los 6 meses.
Hay que cubrirse sea como sea. Aunque se recomienda cubrir la cabeza y el cuerpo, se debe usar ropa ligera y holgada para evitar la absorción de calor excesivo.
Las bebidas energéticas son útiles para reponer líquidos. Estas bebidas suelen contener cafeína, azúcares y otros aditivos que actúan como estimulantes del sistema nervioso central. No son adecuadas para reponer líquidos y electrolitos. La mejor manera de mantenerse hidratado es el agua.
Cómo actuar ante un golpe de calor
Los expertos de la AEP recomiendan seguir estos pasos en caso de golpe de calor de un menor:
Colocar al niño tumbado boca arriba a la sombra, en un sitio fresco y ventilado.
Aflojar la ropa y quitar las prendas innecesarias.
Colocar compresas de agua fría en la cabeza, cuello, nuca y pecho.
Si el niño está consciente, darle de beber agua o una bebida isotónica.
Si está inconsciente, avisar al 112 y, si es necesario, realizar maniobras de reanimación.
Trasladar al niño al hospital lo antes posible, para que sea valorado.