Lunes 9 de Junio de 2025 | Aguascalientes.
internacionales

El cáncer del rey Carlos III es manejable pero incurable, según The Telegraph

Agencias | 08/06/2025 | 17:06

El diagnóstico de cáncer del rey Carlos III ha sido descrito como “manejable, aunque incurable”, una situación que, de acuerdo con expertos citados por el diario The Telegraph, es común entre pacientes de edad avanzada que enfrentan esta enfermedad. A sus 76 años, el monarca británico podría, según los médicos, fallecer “con cáncer, pero no de cáncer”.
 
La noticia aporta una visión más clara sobre el estado de salud del soberano, quien fue diagnosticado con cáncer en 2024. Aunque el Palacio de Buckingham ha sido reservado con los detalles del tipo y el grado de la enfermedad, diversas fuentes aseguran que el rey ha mostrado una notable recuperación y continúa desempeñando sus deberes oficiales con ciertas adaptaciones.
 
A finales de marzo, Carlos III fue hospitalizado brevemente tras experimentar efectos secundarios del tratamiento oncológico que recibe de manera regular. Sin embargo, el monarca regresó a sus actividades poco después, y el mes pasado realizó un viaje oficial de dos días a Canadá en compañía de la reina Camila, demostrando su compromiso con la Corona.
 
Uno de sus asesores más cercanos afirmó recientemente que el rey está lidiando “increíblemente bien” con su condición médica. El propio Carlos aseguró hace unas semanas que se encuentra “en el mejor lado” de esta etapa, lo que ha generado un cauto optimismo en los círculos reales.
 
No obstante, el panorama a largo plazo implica algunas restricciones. Se estima que, debido a su estado de salud, el rey no se trasladará al Palacio de Buckingham cuando concluyan las obras de restauración en aproximadamente tres años, como originalmente se tenía previsto.
 
En una señal de confianza en su recuperación y estabilidad, se han comenzado, de manera discreta, los preparativos para la celebración de su 80º cumpleaños en 2028, lo que sugiere que la Casa Real proyecta una continuidad sostenida del reinado, pese a los desafíos de salud.
 
La situación del rey refleja una nueva etapa de la monarquía británica, en la que la transparencia médica se equilibra con la dignidad institucional, mientras el soberano continúa ejerciendo su papel con fortaleza y moderación.