Pbro. Lic. Salvador González Vásquez | 08/06/2025 | 03:08
¿Por qué será, que entre los hermanos, ya no logramos entendernos?
A pesar del exceso de información, que difícil es poder comunicarnos.
Estamos excedidos de información, pero pobres de comprensión y entendimiento.
Porque el “ego”, nos tiene vueltos hacia nosotros mismos, y las puertas del alma, están cerradas.
Así permanecían los discípulos de Jesús, por miedo a los judíos. Pero, es entonces, que viene el Espíritu Santo sobre de ellos; con la fuerza de un viento, que abre las puertas que los mantenía alejados del mundo.
Así dice el Evangelio: “Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús…sopló sobre ellos y les dijo: Reciban al Espíritu Santo.
El Espíritu de Dios, nos da el valor, de salir de nuestro encierro; y así, entrar al corazón del otro, para poder entenderlo.
Con la llegada del Espíritu Santo, emerge un nuevo lenguaje, el idioma del amor; un idioma universal, que recupera el entendimiento, a pesar de las fronteras.
Así lo narra el libro de los hechos de los apóstoles: “Atónitos y llenos de admiración preguntaban: No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa?.. y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de dios en su propia lengua”. (Hecho.2).
El Espíritu de Dios, nos une, y nos llena de su amor. Porque donde hay amor, ahí está la comprensión.
Y dónde el amor falta, se distorsiona la comunicación.
Para descifrar, el mensaje del otro, necesitamos el lenguaje del amor.
Comprender es amar. Porque el amor es comprensivo. Y si falta el amor, queda la división, y falta de acuerdo.
Por tanto, si quieres conocer y entender al prójimo, es necesario amarlo; de lo contrario, seguirá la incomprensión, y la falta de entendimiento.
Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.