A doce meses de una noche que marcó para siempre a San Luis Potosí, la comunidad de Cedral no olvida. Este 7 de junio de 2025, familiares, amigos y vecinos se reunirán para rendir homenaje a Manuel Alejandro Infante Puente, el joven cedralense que perdió la vida en el colapso ocurrido en el antro Rich, ubicado en la plaza Alttus.
La tragedia, que dejó además a un segundo joven fallecido y a ocho personas gravemente heridas, no solo evidenció un cúmulo de negligencias administrativas, sino que también destapó la fragilidad de la supervisión en eventos públicos donde cientos de vidas dependen de decisiones invisibles, pero críticas.
La conmemoración iniciará con una misa eucarística a las 7:00 PM en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Para quienes lo conocieron, Manuel no solo fue un joven con sueños, sino un símbolo de una generación que busca espacios seguros para vivir y disfrutar. Pero también será una jornada de exigencia, la comunidad colocará veladoras en el sitio donde se encontraba el antro Rich, ahora clausurado, como un acto de memoria activa.
La noche del 7 de junio de 2024, lo que debía ser una celebración se convirtió en caos. Un evento del cantante Kevin Moreno atrajo a decenas de jóvenes al antro Rich, en un segundo piso sin salidas seguras y con sobrecupo evidente. El barandal de cristal colapsó bajo la presión de la multitud, arrojando a varios asistentes al vacío.
Investigaciones posteriores revelaron que el antro operaba sin los permisos adecuados y sin cumplir los protocolos de seguridad. La administración municipal lo sabía, o debió saberlo, pero actuó tarde. Ulises “N”, Francisco “N” y Nancy “N” fueron vinculados a proceso por homicidio culposo y lesiones. Aunque la Fiscalía pidió condenas de hasta 40 años, el proceso judicial ha avanzado con lentitud.
Especial atención generó el hecho de que una de las víctimas era menor de edad, sin embargo, el delito de corrupción de menores no fue imputado, lo que desató críticas entre organizaciones civiles y familiares.
La misa y los homenajes no buscan solo honrar a Manuel, sino recordar que detrás de cada caso hay vidas que no regresan y responsables que aún no pagan. La familia Infante Puente, como muchas otras en México, enfrenta un doble duelo, el del ser querido perdido y el de una justicia que no llega o llega tarde.
A un año, la tragedia del antro Rich no debe quedar archivada. No puede verse como un accidente aislado, sino como un llamado urgente a repensar la responsabilidad institucional, la regulación de espacios públicos y el valor de la vida joven en un país donde la diversión no debería costar la vida.
Porque mientras se coloquen veladoras, la memoria seguirá encendida.
Y con ella, la exigencia de justicia.